viernes, noviembre 23, 2007

Una preciosa borrasca con toda su baja presión comenzó el martes a meter a gente en su casa, y a nosotros en cambio nos vistió de superhéroes de goma y nos mandó en tropel hacia la barra.
El miércoles el patio del recreo era todavía un remolino feo de tanto como sopló la noche antes, pero ya comenzó el mar a ordenarse y a decirnos aguarda que ahora viene. Y sí que vino grande el jueves, perfecto y sin viento, lisito como un cuaderno nuevo para después romper muy abierto y muy lejos de la orilla, ah, hermosa mañana en la que todos trabajaban y yo no. Aunque ya bajó un tanto, hoy también caía bien bonito, sobre todo al mediodía cuando no dejaba de llover, por eso no tengo fotos de esa arquitectura.

En cambio me queda alguna mancha de Praia do Forte, donde los niños atravesaban descalzos el coral para deslizarse sobre la plataforma.

5 comentarios:

NáN dijo...

Emoción para los sedentarios.

Superhéroe de goma, nos haces sentir las heroicidades. Hazlas; o invéntatelas, que a mí me da los mismo.

Brad estaría orgulloso de ti.

Anónimo dijo...

Lo bueno es que no tengo que inventarlas, las tengo tan a mano, y nada de heroico, somos niños pequeños en cambio, nos retorcemos y damos saltos de alegría y a veces hasta nos desollamos las rodillas y luego viene mami con la mercromina.

Lara dijo...

¿... transparente?!

Besooo!!!

Lara dijo...

¿Alguien ahí?
¿Alguien dónde?

momo dijo...

Cuando quiera ver mar , es bueno saber que has vuelto.
talueguín