Al fondo, la Breña. Tabla de camuflaje, pulida como un espejo. A vista de pájaro debo de ser la sombra de un hueco. Otras veces también lo soy, y ya casi no finjo.
3 comentarios:
Anónimo
dijo...
Pues yo diría que, a vista de pájaro, la cola de la tabla se convierte en las alas que adornan tus tobillos.
Que el verso sea como una llave que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
cuanto miren los ojos creados sea
y el alma del oyente quede temblando.
Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
el adjetivo, cuando no da vida, mata.
3 comentarios:
Pues yo diría que, a vista de pájaro, la cola de la tabla se convierte en las alas que adornan tus tobillos.
De alas entiendo un rato y Una lo ve más de cerca y seguro que tiene razón.
Pero huecos y sombras es ya la maravilla. Una forma muy peculiar de existir. Es de lo que más impregna lo que toca.
Cerca, terriblemente cerca.
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