-Tú no tienes la culpa de todo. Tampoco la tengo yo. Tampoco es culpa de la profecía, ni de la maldición. No es culpa del ADN, ni del absurdo. No es culpa del estructuralismo, n de la tercera revolución industrial. Que nosotros vayamos decayendo y perdiéndonos se debe a que el mecanismo del mundo, en sí mismo, se basa en la decadencia y en la pérdida. Y nuestra existencia no es más que la silueta de este principio. El viento sopla. Podrá ser un viento violento que asole los campos o una brisa agradable. Pero ambos irán peridéndose, desaparaciendo. El viento no tiene cuerpo. Tú aguzarás el oído. Entenderás la metáfora.
Kafka en la orilla
Haruki Murakami
sábado, marzo 22, 2008
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8 comentarios:
Es un alivio no tener la culpa de eso. Que sea naturaleza tampoco me agrada, pero.
¿Qué tal ese libro?
Yo tengo otro de él ahí en el estante que no me apetece abrir últimamente.
!!!!!!!¡Enhorabuena!!!!!!!!!
(pero la codicia y la tercera revolución industrial sí tienen la culpa de mucho; creyo).
(hola)
Soy un impresentable, no aparezco por aquí. Lo siento mucho-mucho, mis pequeños visitantes imperecederos.
besos y abrazos
pronto vuelvo, del trajín
Pues yo me pasé el otro día, impresentable también, y estuve escribiendo un comentario de lo más aparente que terminó washed away por el mareaje electrónico de tu blog.
Básicamente venía a referirme a un artículo que había leído por ahí y que definía la vida como aquello que más eficazmente rebate la tendencia al caos: un saco de antientropía carbónico y sentimental. Y que cuanto más eficazmente se rebate la entropía del universo más vivo se está. O algo así. Los radicales libres: esos deberíamos ser nosotros.
Y también, que siempre me pasa lo mismo, dejándolo lo difícil para el final, quiero darte las gracias por tu novela. Ha sido emocionante, un placer delicioso. Felicidades! :D
O dígase más mundanamente: me la leí del tirón (Lara confirmará que eso es más que raro en mí), me lo pasé bien y disfruté con cada línea, cada imagen y cada reflexión. Felicidades, joé. :)
Ah, Miguel, qué alegría leerte eso. No sabes cuánto, me ruborizo. Seamos radicales y libres, por otra parte.
Un abrazo.
Abandoné a Lolita por ti, ya lo sabes! Y a Cormac McCarthy! ;)
Nos vemos en Bcn pronto no?
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