Día raro de teléfono, periódicos y correo.
Esto llega por azar o casi, y sería tonto no agarrarse cuando te roza la nariz.
Me hace gracia ver la lista, todos en fila con sus brillantes apellidos y en medio un par de seres anónimos a los que sólo leyeron algunos cientos.
Pero no puedo permitirme ser tan escéptico.
Estoy feliz, muy feliz y perplejo. En mi casa hay libros de Alberto Olmos y de Pola Oloixarac, me gustan, los leo y los aprecio.
Basta con eso.
Y por cierto:
gracias.
domingo, octubre 03, 2010
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4 comentarios:
Bra-vo!!!
¡enhorabuena!
Que honor haberte leído entonces! Enhorabuena!
vivavivaviva!
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