El jueves 2 de diciembre, a las 17h:
esta extrañeza.
¿Habrá alguien al otro lado? Recuerdo un relato de Bradbury de sus Crónicas marcianas: después de la devastación del planeta, el único superviviente de la catástrofe vaga de ciudad en ciudad, entra en las casas vacías, abre los armarios, duerme en todas las camas. De pronto escucha el timbre de un teléfono.
Hay alguien más. Alguien en alguna parte.
sábado, noviembre 27, 2010
jueves, noviembre 18, 2010
Lecu y Magui se llevan
el Premio Ojo Crítico de Narrativa.
No puede ser verdad, tanta buena fortuna comienza a resultar inquietante.
el Premio Ojo Crítico de Narrativa.
No puede ser verdad, tanta buena fortuna comienza a resultar inquietante.
domingo, noviembre 14, 2010
Exhibicionismo
Página 2.
Lecu y Magui necesitan colchones y estanterías donde refugiarse. Son como esos perrillos del anuncio de juguetes pero metidos en una caja con albarán y sin entrega. Esto forma parte de la campaña Dales un hogar. Así que, al carajo el pudor:
El martes 16 a las 21h en La 2 de TVE.
Y el miércoles 17 a las 15h.
Óscar López y los suyos fueron amables y se lo curraron mucho, el sitio era el verdadero descampado donde pudieron habitar esas criaturas, justo debajo del cementerio de Montjuic. En el suelo había zapatos de mujer y preservativos, montañas de ropa, ejércitos de moscas a nuestro alrededor, muchas de ellas sobre mi nariz.
Ah, pero tanto exhibicionismo rasca...
martes, noviembre 09, 2010
Incursión en Madrid
Dos citas en Madrid este fin de semana.
El sábado 13, a las 20h, en la librería Eléctrico Ardor, el artista David Pividal presentará su Cuaderno, una joya editada por Underbau en la que me dejaron introducir unos textos, aunque eso sea lo de menos al lado de la belleza oscura de la obra de Pividal. Yo también estaré allí de la mano de Lecu y Magui, los chicos de Nada es crucial. Qué bueno si nos vemos en ese Eléctrico Ardor que suena tan bien.
Antes, a las 16h, en el Círculo de Bellas Artes, me dejarán hablar un rato sobre cuentos y escritores en una mesa redonda junto a Javier Salinas y Leonardo Valencia. Todo eso es cosa del Festival Eñe, que suena fabuloso.
Un saludo.
El sábado 13, a las 20h, en la librería Eléctrico Ardor, el artista David Pividal presentará su Cuaderno, una joya editada por Underbau en la que me dejaron introducir unos textos, aunque eso sea lo de menos al lado de la belleza oscura de la obra de Pividal. Yo también estaré allí de la mano de Lecu y Magui, los chicos de Nada es crucial. Qué bueno si nos vemos en ese Eléctrico Ardor que suena tan bien.
Antes, a las 16h, en el Círculo de Bellas Artes, me dejarán hablar un rato sobre cuentos y escritores en una mesa redonda junto a Javier Salinas y Leonardo Valencia. Todo eso es cosa del Festival Eñe, que suena fabuloso.
Un saludo.
sábado, noviembre 06, 2010
El papa está en España.
Intenté contenerme pero los motivos son demasiado numerosos.
Como los gatos erizo el lomo delante del telediario, apenas leo las portadas de los periódicos temiendo abrirlos.
Intenté contenerme pero los motivos son demasiado numerosos.
Como los gatos erizo el lomo delante del telediario, apenas leo las portadas de los periódicos temiendo abrirlos.
No hay respuesta, no hay pensamiento, todo es sumisión y alabanza, evidentemente genuflexión, la misma que las de esas chicas que en el porno de los ochenta mantenían la erección de los actores, el viagra debió de acabar con todo eso, en Boogie Nigths salía algo parecido; parecido, quiero decir, a la procesión de humillaciones de todos los señores de traje oscuro y las damas de falda a la rodilla que hoy se postraron delante del señor de blanco.
Tantos, son tantos los motivos que no me resisto a hacer una brevísima lista, al menos:
1. Por despreciar y perseguir el pensamiento libre.
2. Por someter al desgraciado con la promesa de las bienaventuranzas.
3. Por huir de la vida en virtud de la muerte sagrada, todo conduce a ella como un vector.
4. Por adorar una figura moribunda, por crear una cultura de dos milenios que se asienta en la sangre derramada o por derramar.
5. Por condenar el placer, por ensuciar el cuerpo y los sentidos con la tinta del pecado.
6. Por homofobia sistemática.
7. Por pederastia convertida en sistema, mimetizada.
8. Por crear macroestructuras económicas de poder y sometimiento.
9. Por el opus.
10. Por los kikos.
11. Por los jesuitas.
12. Por ser honesto con Baroja, no podría permitirme lo contrario.
13. Por el horrendo folclore, la cultura popular. Me pasa como con las películas de vaqueros, ya la estética me repele.
14. Por los cientos de colegios concertados en los que se trituran mentes infantiles, se difunde la propaganda ultraconservadora contra la homosexualidad, el aborto, la libre disposición del cuerpo y de la mente, todo eso pagado con la generosidad del dinero público.
15. Por el concordato.
16. Por el pasado, no me refiero a la Edad Media, por el inmediato pasado que nos sigue justo a la espalda, apenas la generación anterior.
17. ...
Tantos, son tantos los motivos que no me resisto a hacer una brevísima lista, al menos:
1. Por despreciar y perseguir el pensamiento libre.
2. Por someter al desgraciado con la promesa de las bienaventuranzas.
3. Por huir de la vida en virtud de la muerte sagrada, todo conduce a ella como un vector.
4. Por adorar una figura moribunda, por crear una cultura de dos milenios que se asienta en la sangre derramada o por derramar.
5. Por condenar el placer, por ensuciar el cuerpo y los sentidos con la tinta del pecado.
6. Por homofobia sistemática.
7. Por pederastia convertida en sistema, mimetizada.
8. Por crear macroestructuras económicas de poder y sometimiento.
9. Por el opus.
10. Por los kikos.
11. Por los jesuitas.
12. Por ser honesto con Baroja, no podría permitirme lo contrario.
13. Por el horrendo folclore, la cultura popular. Me pasa como con las películas de vaqueros, ya la estética me repele.
14. Por los cientos de colegios concertados en los que se trituran mentes infantiles, se difunde la propaganda ultraconservadora contra la homosexualidad, el aborto, la libre disposición del cuerpo y de la mente, todo eso pagado con la generosidad del dinero público.
15. Por el concordato.
16. Por el pasado, no me refiero a la Edad Media, por el inmediato pasado que nos sigue justo a la espalda, apenas la generación anterior.
17. ...
Nada ha cambiado, todo inalterable. Qué importa que la sociedad se secularice, ellos saben que mantendrán su poder y su influencia mientras sostengan la fascinación de sus espectáculos, la llegada del místico blanco con su estola carmesí, el grueso anillo de oro.
Y uno tras otro,
uno tras otro,
periodistas (todos),
políticos (todos)
se palmean las espaldas, se felicitan de la inmensa suerte de haber sido tocados por la gracia del emisario.
No hay crítica, no hay contrarresto. Apenas alguna anécdota de la que nadie se habrá enterado.
Hoy estoy triste, furioso.
Ellos ganan, yo pierdo.
Todo les pertenece.
El mundo, quiero decir.
Sólo mi habitación, mi casa, los juguetes de mi pequeña y la ropa interior de mi mujer se salvan de la toxina.
miércoles, noviembre 03, 2010
Ahora sí.
Ya es real.
Tardó un tiempo.
Hay ciertas cosas que requieren calma, observación.
Pero al fin sucedió.
Sucedió que llegó a mi casa en uno de esos sobres que se usan para enviar cosas delicadas, aunque no sea tan delicada esta vez, quizá no tanto como la anterior.
Es distinta, contiene un mundo.
También es dura, un tanto áspera.
Prefiero no decir mucho de ella.
Se llama Nada es crucial. Suena de algo, ¿no?
La publican los entusiastas muchachos de Lengua de Trapo.
Y es mi segunda novela.
Ahora está en mi estantería, vive allí.
Mi estantería es su hábitat natural más que otro sitio pero hace unos días la encontré fortuitamente en una librería de Barcelona y me causó rubor tropezarme con ella, como si no tuviera nada que ver conmigo.
Comienza a moverse de un lado a otro.
Y yo, os imagináis, me siento muy feliz.
Abrazos.
P
Ojo crítico
Lector malherido
Miradas 2
Nada es crucial
Pablo Gutiérrez
Páginas: 256 ISBN: 978-84-8381-083-5
Ciudad Mediana, años ochenta. Los yonquis habitan los descampados y olvidan a sus crías dentro de cobertizos de uralita. En uno de ellos sobrevive milagrosamente un cachorro silencioso que se deja aplastar por el sol. Dos señoras muy cándidas y amables lo rescatan, le limpian la cara con agua de colonia y comienzan a hablarle de Dios y de espaguetis.
Mientras, en otro lugar que huele a vaca y a pienso, una niña feliz observa cómo su madre naufraga en la cama, los ojos perdidos en algún lugar, el pelo sucio, el pijama pegado a la piel desde que papá se marchó.
Nada es crucial es un recorrido a través de la formación sentimental de los personajes de esta novela; cuando sus vidas, como nuestras ciudades, estaban llenas de descampados. Recientemente ha sido seleccionado por la prestigiosa revista Granta como uno de los veintidós mejores narradores jóvenes en español.
Ya es real.
Tardó un tiempo.
Hay ciertas cosas que requieren calma, observación.
Pero al fin sucedió.
Sucedió que llegó a mi casa en uno de esos sobres que se usan para enviar cosas delicadas, aunque no sea tan delicada esta vez, quizá no tanto como la anterior.
Es distinta, contiene un mundo.
También es dura, un tanto áspera.
Prefiero no decir mucho de ella.
Se llama Nada es crucial. Suena de algo, ¿no?
La publican los entusiastas muchachos de Lengua de Trapo.
Y es mi segunda novela.
Ahora está en mi estantería, vive allí.
Mi estantería es su hábitat natural más que otro sitio pero hace unos días la encontré fortuitamente en una librería de Barcelona y me causó rubor tropezarme con ella, como si no tuviera nada que ver conmigo.
Comienza a moverse de un lado a otro.
Y yo, os imagináis, me siento muy feliz.
Abrazos.
P
Ojo crítico
Lector malherido
Miradas 2
Nada es crucial
Pablo Gutiérrez
Páginas: 256 ISBN: 978-84-8381-083-5
Ciudad Mediana, años ochenta. Los yonquis habitan los descampados y olvidan a sus crías dentro de cobertizos de uralita. En uno de ellos sobrevive milagrosamente un cachorro silencioso que se deja aplastar por el sol. Dos señoras muy cándidas y amables lo rescatan, le limpian la cara con agua de colonia y comienzan a hablarle de Dios y de espaguetis.
Mientras, en otro lugar que huele a vaca y a pienso, una niña feliz observa cómo su madre naufraga en la cama, los ojos perdidos en algún lugar, el pelo sucio, el pijama pegado a la piel desde que papá se marchó.
Nada es crucial es un recorrido a través de la formación sentimental de los personajes de esta novela; cuando sus vidas, como nuestras ciudades, estaban llenas de descampados. Recientemente ha sido seleccionado por la prestigiosa revista Granta como uno de los veintidós mejores narradores jóvenes en español.
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