miércoles, noviembre 03, 2010

Ahora sí.
Ya es real.
Tardó un tiempo.
Hay ciertas cosas que requieren calma, observación.
Pero al fin sucedió.
Sucedió que llegó a mi casa en uno de esos sobres que se usan para enviar cosas delicadas, aunque no sea tan delicada esta vez, quizá no tanto como la anterior.
Es distinta, contiene un mundo.
También es dura, un tanto áspera.
Prefiero no decir mucho de ella.
Se llama Nada es crucial. Suena de algo, ¿no?
La publican los entusiastas muchachos de Lengua de Trapo.
Y es mi segunda novela.
Ahora está en mi estantería, vive allí.
Mi estantería es su hábitat natural más que otro sitio pero hace unos días la encontré fortuitamente en una librería de Barcelona y me causó rubor tropezarme con ella, como si no tuviera nada que ver conmigo.
Comienza a moverse de un lado a otro.
Y yo, os imagináis, me siento muy feliz.

Abrazos.

P

Ojo crítico

Lector malherido

Miradas 2

Nada es crucial
Pablo Gutiérrez
Páginas: 256 ISBN: 978-84-8381-083-5


Ciudad Mediana, años ochenta. Los yonquis habitan los descampados y olvidan a sus crías dentro de cobertizos de uralita. En uno de ellos sobrevive milagrosamente un cachorro silencioso que se deja aplastar por el sol. Dos señoras muy cándidas y amables lo rescatan, le limpian la cara con agua de colonia y comienzan a hablarle de Dios y de espaguetis.
Mientras, en otro lugar que huele a vaca y a pienso, una niña feliz observa cómo su madre naufraga en la cama, los ojos perdidos en algún lugar, el pelo sucio, el pijama pegado a la piel desde que papá se marchó.

Nada es crucial es un recorrido a través de la formación sentimental de los personajes de esta novela; cuando sus vidas, como nuestras ciudades, estaban llenas de descampados. Recientemente ha sido seleccionado por la prestigiosa revista Granta como uno de los veintidós mejores narradores jóvenes en español.

3 comentarios:

Sonsoles dijo...

Repito la pregunta del compañero/a Leo: ¿cuándo se presenta en Andalucía? Sería agradable ir a escucharte hablar de ella, comprar una, tenerla en mi estantería (esa estarntería de piso pequeño en la que sólo se queda lo bueno). Un saludo!

NáN dijo...

Cuando leí la crítica del lector malherido, sabiendo cómo se las gasta, me quedé estupefacto y avisé a Lara. Al rato me contestó, diciéndome que se acaba de despertar y que si ponía el libro a parir, mejor no leer el blog. Tuve que decirle que despertara y lo leyera con asombro.

pablo dijo...

Qué bueno recibirte po aquí, de nuevo.
Sí, yo también flipé con el malherido, acostumbrado a sus tundas...
Abrazos