domingo, marzo 27, 2011

Se estrena una peli basada en Escrivá de Balaguer, trescientas copias y previsión de cien mil espectadores, la cola del cine debe de ser una juerga. Se llama Encontrarás dragones, dragones y niñitas vestidas de princesas, dragones y niñitos disfrados de ángeles custodios, pero en colegios distintos porque totos y pitos no deben mezclarse, provocan mierda en sus cabecitas, los sexadores de pollos lo saben bien, macho y hembra en cajas de cartón distintas, lo llamarás educación diferenciada y el Tribunal Constitucional dirá que sí, que muy bien, que es un derecho, y los papás más distinguidos enviarán a sus herederos a esos colegios no sólo porque recen cada mañana y abjuren de la homosexualidad, sino especialmente porque saben que en esas aulas sus hijitos irán del bracete de los futuros próceres, navieros, emprendedores, financistas y registradores de la propiedad, el patio es un consejo de administración miniaturizado.
Encontrarás dragones, los domesticarás, los harás puré y los convertirás en papilla de dragón que, convenientemente manufacturada y distribuida, harás que tu cuerpo se pudra de bonos y acciones mientras tu espíritu se eleva tieso hacia la Capilla Sixtina. Y entonces quién podrá discutir tu santidad, Josemari.

lunes, marzo 21, 2011

Resplandeciente lunes y yo vuelvo a sentirme demagogo. La demagogia es uno de mis escasos atributos. Haciendo una lista apresurada, sé
pasear al sol
bucear
dar clase
cocinar
cuidar de la pequeña
escribir un poco casi siempre con exceso de lirismo
deslizarme en olas medianas
ser demagogo
no mucho más.

No sé, en cambio,
arreglar ningún artefacto
llevar las cuentas
ir al banco
anotar nada en la agenda
encontrar un buen argumento bien ordenado y bien dispuesto sobre el esquema previo que no preparo
comprender que cada asunto es complicado y no puede observarse apenas desde la perspectiva de la indignación, la ética es un fastidio en ciertas ocasiones
y una montonera de cosas.

Y por culpa de mis atributos y carencias sucede que me brota la demagogia cuando leo/escucho que

-Un tipo es condenado a 22 años por abusar y matar a una niña y hacer desaparecer el cuerpo.

mientras que

-Dos terroristas son condenados a 375 años de cárcel por INTENTAR matar a un concejal.

Pero nadie me haga caso, ya avisé de que soy incapaz de observar las cosas en su justa medida y que mi capacidad de análisis social y jurídico es la misma que la de un alumno de ESO, será contagio por contacto.

Por lo demás, como dice Clea, comenzó una primavera fascinante para el periodismo, que arrancaba con un terremoto transmutado en marejada criminal transmutada en colapso atómico y terminaba con una guerra, ¡una guerra!
Se percibe la excitación, los fluidos ensucian la silla, la limpiadora maldice la incontinencia de los presentadores, el estudio huele a cama por horas.

lunes, marzo 14, 2011

Sic

Alberto Olmos es un humorista. Me hace reír a carcajadas igual que su par Antonio Orejudo en Fabulosas narraciones por historias. Olmos cuanto más hooligan, más divertido. Chistes para filólogos, no descubro nada. La literatura y su Historia son un artificio, cuadro sinóptico para que los escolares aprueben los exámenes y llenen de esquemas y características generales sus apuntes. Nunca cuando se habla de generaciones se dice qué fluido discurría debajo. Se reparten las etiquetas y las chapas, eso es suficiente, se les adiestra para la prueba de Selectividad igual que a perros acróbatas en una pista americana. No se culpe a nadie, no nos culpen: el temario de bachillerato dice "toda la literatura contemporánea española e hispanoamericana" en tres horas semanales, además de sintaxis y etcéteras. Nadie pretende de veras que aprendan nada de literatura; se trata de certificar su tránsito, no más. Por otra parte, me pregunto si la literatura realmente puede enseñarse; si una vez resueltas algunas cuestiones técnicas (métrica, recursos, cualquier cosa que David Lodge ejemplifique en El arte de la ficción) hay algo más que enseñar. Esto no es ciencia ni historia, Historia, quiero decir.

Preparo con algunos alumnos un recital de poesía.
Soy así de cursi.
Entre los textos aparece un poema de Quevedo:

"¡Ah, de la vida! ¿Nadie me responde?
¡Aquí de los antaños que he vivido!
La Fortuna mis tiempos ha cogido;
las Horas mi locura las esconde."

Causa sonrojo su flamante tono existencial.
Leo a los clásicos desde la terrible fotocomposición de los libros de texto, donde no cabe ningún espíritu. La broma de Olmos, su álbum de cromos, reconforta un tanto.
Sic transit gloria mundi.

miércoles, marzo 02, 2011

Muy raro leer algo tuyo traducido, muy.
Irreconocible y sin embargo ahí está.
Más complejo: no sólo por el idioma, la sintaxis, el desarrollo.
Menor en cierto sentido.
Tradución extremadamente literal, además.
Quizá sea ese el problema.
Si yo escribiera, no sé, más al pie de la letra, tal vez.
Pero el enredo pretendido se convierte en cosa marciana al británico modo.
El título, por ejemplo.

Gigantomachy