Hace diez años de la primera edición de Rosas, restos de alas.
Diez.
Cuando me llamó el editor para decirme que quería que esa novela rara y descompuesta apareciera en la colección Blow Up de La Fábrica yo recién estaba saliendo del agua, en un septiembre o un octubre igual de caluroso, los mosquitos me devoraban. había buenas olas, ya era tarde, el arrecife que aparecía en la novela era el mismo, y yo era un chaval, un chaval con su primer libro, no necesitaba mucho más que eso.
Luego llegaron los lectores entusiastas.
Lectores que leyeron con tantas ganas y hablaron y señalaron la rareza.
A esos lectores: aniversario y gracias oceánicas.
lunes, septiembre 24, 2018
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3 comentarios:
He perdido la cuenta de cuántas veces habré regalado ese libro, y cuando terminaban de leerlo siempre me decían que les había cautivado tanto como lo hizo conmigo.
10 años ya.
Gracias por la maravilla.
Y felicidades.
Muchas gracias a ti, por leerla, recomendarla y regalarla. Así funcionan los libros, creo.
Abrazos,
P
Maravilla que nos hace viejos!
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