
Al salir saludo a los perezosos de las furgonetas. El tiempo es un cuaderno nuevo para ellos. Nadie les espera en ninguna parte, y la playa no va a moverse de su sitio. Sonríen, sentados en sus sillas de plástico, rebullen bajo el sol, calientan café soluble en un infernillo y leen periódicos atrasados dejando escapar la primera pleamar. Sólo madrugan si les apetece. A veces duermen cuatro días seguidos. A veces no duermen en dos. Siento un poco de envidia.
[La foto es de Iticoatiara, de nuevo; no tengo un océano así tan cerca]
1 comentario:
"El tiempo es un cuaderno nuevo para ellos. Siento un poco de envidia."
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