viernes, septiembre 14, 2007



"De buenas a primeras nos dio una andanada de mar. Y yo llamé al patrón. 'José, cierra y echa popita que nos vamos al fondo. La cosa se arregló. Se nos fue el arte al agua pero pudimos salir navegando quince o veinte minutos". Llegó entonces el segundo golpe de mar. Ya el barco estaba lleno de agua. El tercero fue el definitivo. "La tercera ola nos volcó y a mí me pilló debajo del barco. No perdí el conocimiento. Me quedó una burbuja de aire. Dije 'aquí me ahogo', porque apenas sé nadar. Miré a la derecha. Vi la luz del día, cogí aire, me tiré y salí para arriba". Los demás tripulantes estaban a su alrededor tratando de mantenerse a flote. "Los compañeros y el patrón nos tiraron los roscos. Cogí uno. Las olas eran muy grandes. Nos tapaban. Se perdían. Nos ahogábamos todos".

José Crespo, superviviente.

2 comentarios:

Lara dijo...

¿Recuerdas Con toda la mar detrás?

Anónimo dijo...

El piloto está borracho,
y lo tienen que amarrar.
Y naufragaron despacio...

Hoy escuché que ya han vuelto al trabajo, pero el barco aún sigue hundido a cien metros. La hiperrealidad de la literatura de no ficción me agarra y me sacude.