domingo, junio 01, 2008

Yo sé que a veces esa cosa te persigue con uñas y lodo para poner en tu garganta un collar de dedos antipáticos. Otras veces, en cambio, no consigues verla durante muchos días, aunque sabes que te aguarda detrás de los muros de un solar o en el baño de un cine,
y piensas que no lograrás salir del círculo que ha trazado a tu alrededor, un círculo apretado donde sólo tú habitas, inerme y pequeña como niña asustada.

Como niña asustada.

Pero no.

No hay niña asustada allí, no hay círculo diabólico a tu alrededor, todos los círculos que ves son los surcos que dejan tus palabras (polen, magma, alveolo) cuando con ellas caminas a rastras.

La decapitarás.

Tomarás -pronto- su cabeza verde con tus dedos simpáticos y de un tajo la decapitarás.

Yo ya estoy puliendo la bandeja donde exhibiremos el trofeo.

Seguro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En toda peli de monstruos siempre hay un amigo-compañero-amante que ayuda a la víctima-heroína (ay, el machismo hollywoodiense). Y, como diría Juno, if I were her you would be him. Gracias.

Y la verdad es que la bandeja que estás puliendo te la regalé yo - pensando ya en la victoria final -tan plateada y tan Lord of the Rings que es estupenda para mostrar la cabeza del monstruo.

Seguro.

C