Christine
Lagarde (Tormenta de X-Men envejecida) lo asegura: “Hay
menos de tres meses para salvar el euro”. Es el
FMI, imbéciles, es la Torah, la verdad revelada. Si el último director
del FMI era Dionisos, la nueva directora es Atenea.
Nos hablan desde el
Olimpo de los suelos de moqueta, el tartar de atún y el Sauternes
de tres mil euros. ¿Has follado alguna vez sobre el pelo crespo de
una moqueta de hotel recién aspirada, suave como el terciopelo, como
el green de un campo de golf? ¿Entonces qué dices de yo pienso que?
George Soros (Magneto de X-Men
neoyorquino) dijo lo mismo dos semanas antes que Lagarde, porque
Soros es Zeus, y la Tierra y los Titanes están a su servicio. ¿Has hundido el Banco de Inglaterra con una sola operación bursátil?
¿Has promovido una campaña en favor de la legalización de la
marihuana y pregonado simultáneamente las virtudes de Karl
Popper como gurú de la Nueva Democracia? Soros sí lo ha hecho, y
por eso sus opiniones y poluciones nocturnas son aún más
importantes que las braguitas de encaje de Lagarde.
Soros, qué tipo, personaje de novela,
secundario de Grandes Esperanzas o El gran Gatsby.
Hablante nativo de esperanto, en 1947
huyó de la tenaza soviética con una licencia de estudios, cambió
su apellido (Schwartz) para burlar a la KGB y sonar un tanto menos
judío (y un tanto más Star Wars), estudió con Popper, emigró al
continente Down Jones para aplicar sus teorías, inauguró fondos de
inversión de altísimo riesgo y brutales beneficios, creó
fundaciones filantrópicas, colaboró con la revolución suave de
Polonia y Checoslovaquia, financió la reconstrucción de Hungría,
promovió los levantamientos de Georgia contra Putin, su nombre
aparece en todas las listas de conspiranoicos y, por supuesto, en el
registro de entrada del club Bildeberg.
Soros es la justificación cínica del
capitalismo invasivo, ¿veis todo lo que hago?, pues es culpa vuestra
por dejarme hacerlo.
Soros padece insomnio e hiperactividad,
y ahora dice que se nos acaba
el juguete-euro. Engrosó su fortuna con la especulación salvaje y
ahora clama en el Congreso USA por la regulación de los mercados y
la destrucción definitiva de la doctrina Greenspan. Dice que Europa
entendió al revés la lección de Lehman Brothers y que debemos
seguir el camino de los Estados Unidos, esto es, el primer país del
Nuevo Comunismo global.
Tres meses quedan, dice, o kaput.
Hace un par de días recibí las
pruebas de la próxima novela, ya maquetada y peinada a la raya. El
horror de la ultracorrección me persigue, mi inseguridad sólo es
comparable al tamaño del ego de Vargas Llosa, Pérez-Reverte, Javier
Marías, los tres juntos.
Si me dejaran comenzaría a eliminar páginas hasta quedarme con un haiku.
Dentro de tres meses, más o menos, saldrá. Debo recordarles a los de la editorial que debajo del ISBN, donde pone PVP, dejen un espacio en blanco, no vaya a ser que haya que tachar € y poner pesetas o maravedíes o sestercios o ½ gallina.
Si me dejaran comenzaría a eliminar páginas hasta quedarme con un haiku.
Dentro de tres meses, más o menos, saldrá. Debo recordarles a los de la editorial que debajo del ISBN, donde pone PVP, dejen un espacio en blanco, no vaya a ser que haya que tachar € y poner pesetas o maravedíes o sestercios o ½ gallina.
3 comentarios:
¿El club Bildeberg es el que está en el km.19 de la Comarcal, el que está al lado del caserío de la Encarna?
No te preocupes de la tontería esa del PVP. Tal como van las cosas pensamos robarlo.
Pero no en librerías pequeñas, por dios, que semos de izquierda. Lo robaremos en las grandes superficies. El libro es un "producto" tan raro que últimamente ya no suelen gastar el salario de la mano de obra en ponerle un "pitador" a cada ejemplar.
Y recalco "no suelen": no me quiero responsabilizar de cualquier pringao que pueda equivocarse.
Yo lo voy a pedir como regalo de cumple (es en noviembre).
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