martes, noviembre 13, 2007


Leen a Bradbury, creánlo, Bradbury aún le sirve a alguien de este mundo. Todos los años consigo convencer a alguien de que abra El verano del cohete y entonces
"Un minuto antes era invierno en Ohio; las puertas y las ventanas estaban cerradas, la escarcha empañaba los vidrios, los carámbanos bordeaban los techos, los niños esquiaban en las laderas; las mujeres, envueltas en abrigos de piel, caminaban torpemente por las calles heladas como grandes osos negros.
Y de pronto, una larga ola de calor atravesó el pueblo; una marea de aire cálido, como si alguien hubiera dejado abierta la puerta de un horno. El calor latió entre las casas, los arbustos y los niños. Los carámbanos cayeron, se quebraron y se fundieron. Las puertas se abrieron de par en par; las ventanas se levantaron; los niños se quitaron las ropas de lana; las mujeres guardaron en los armarios los disfraces de oso; la nieve se derritió, descubriendo los viejos y verdes prados del último verano."
, escrito como con metrónomo, y si el ritmo respira detrás de la traducción, imagínense a Brad en su idioma, que soy tan perezoso que no he leído. Me basta con "los viejos y verdes prados del último verano", ah, yo sé que ellos lo perciben, también ellos.
A tu manera hiciste profecía, Brad, le llaman cambio climático y no te figuras lo que por acá se discute, me tuviste hace no demasiado diciendo alguna huevada al respecto. Y por eso tengo que subir fotos de esta marejada de Brasil, porque nada se acerca a esta bahía, muerta como el mar de verano, hace ya dos meses que no hay una doblez en mi aburrido océano, cuarto de juegos infestado de mierda cancerígena que, sí, además de ir comiéndonos poco a poco, ha arruinado el parque de atracciones de TresP.
"El cohete, instalado en su plataforma, lanzaba rosadas nubes de fuego y calor de horno. El cohete, de pie en la fría mañana de invierno, creaba verano con cada aliento de los poderosos escapes. El cohete transformaba los climas, y durante unos instantes fue verano en la tierra..."

5 comentarios:

Lara dijo...

No era ése el que había escrito (aunque yo sólo lo vi en película) aquello de los libros cuando arden y ese bosque lleno de gentes con abrigo (la pobre que hizo de Lara en otra película y por eso yo siempre se tuvo que poner mucha ropa de invierno), paseando como locos, recitando cada uno su libro sabido de memoria. Y ahora esto del cambio. Profeta, ni más ni menos. Terrorífico, como los verdaderos. Yo no lo leí aún. Pero me compré el otro día (junto a otros muchos, glubs, mmm) ¿Quieres hacer el favor de callarte, por favor?, de Carver, que no tiene nada que ver, pero quizá profetizaba ya en su primer libro de relatos las patochadas que el rey le diría al otro que a su vez sólo decía patochadas.

¡Me alegro de verte, P!

Lara dijo...

Se supone que la frase infinita del principio es una pregunta.

Anónimo dijo...

¡Ése era!
¡Sintaxis, muérete!
¡Tiempos de exclamaciones nos tocó vivir!

Anónimo dijo...

killo!! dejate de me dijo me dijo, kuando vamos a ir a k te mates un poco con estos vientos del demonio!
el jueves 22/11/07 da buenas condiciones en valdelagrana, tu sales temprano y yo me escapo y ha eso de las dos puedo estar in beach.Te apetece?

Reb dijo...

Sí, yo también vi esa película. Me apunto el autor en mi lista plateada de libros-ola por leer!!