miércoles, abril 30, 2008

Lo decía abajo: Uribe cuenta muy bien lo suyo en unaimagenymilpalabras.blogspot, a mí no me saldrá de ese modo, ni tampoco tuvo tanto carrete esto de meter las narices en el raro mundo (¿era así, entonces?) de la murga editorial.

Ah, pero: nada de desencantos me permito. Fueron tan amables conmigo, tantas veces me dijeron suavidades sobre Rosas, restos de alas, ¡habían leído el libro!, ¡lo tenían lleno de anotaciones, tarjetas de visita entre las páginas! Habían leído el libro (lo sé seguro porque vieron las agh-erratas-agh), eso me pasma todavía. Que sea verdad, y tan sencillo: escribes, se convierte en un libro (páginas cosidas no más, ya saben, pero) y alguien va y lee ese libro. No, no me acostumbro al sencillo proceso.



Extraño: ver sobre una mesa treinta, cuarenta, cincuenta ejemplares con el muslo y la rodilla fugaz y el codo que la atrapa. Y luego levantar la vista y ver algunos de esos muslos y codos y fugaces rodillas en la mano de los que vinieron.



Me preguntan y yo analiza que te analiza, soy un remero de esto, no puedo dejar de hacer lo único que sé delante -también- de lo mío.



Y luego, la risa: ir a un pueblo feo donde ni dios te conoce y no te espera nadie,


claro, Barcelona invadida de bebedores de cerveza, Madrid, los amigos, arroz mai-mai, C me regala un libro de playas de Portugal y cuadernos donde escribir palabras importantes, una exposición de Ellen Kooi [ http://www.ellenkooi.nl/Foto-borssele.htm ]



Palabras importantes, ja, ni que pudiera.
Todo muy lejos, hoy.
Hoy quiero estar aquí,
escribir mucho,
escribir
de veras

esta vez.

martes, abril 22, 2008

Hoy hubo mar de primavera, la temporada ya acaba, es decir: pequeñas babas tocadas de viento entre las que mi pez se trabucaba como si bajara escaleras de yeso en vez suaves rampas azules. Pero era mar al fin, aunque mar blando y lento, era mar que me llenó las branquias de oxígeno líquido y frío.
Necesitaré una buena porción de eso ahora que toca hacer de equilibrista en la inestable superficie durante unos días.
Mañana subo a Madrid. A las 20h estaré diciendo tonterías sobre Rosas, restos de alas en la librería de La Fábrica. El viernes cruzamos a Barcelona.
Todo esto se me hace muy raro.

lunes, abril 21, 2008

"Como los erizos, ya sabéis, los hombres un día sintieron su frío. Y quisieron compartirlo. Entonces inventaron el amor. El resultado fue, ya sabéis, como en los erizos."

Cernuda

domingo, abril 20, 2008



Hoy el mar no era esto.
No era la izquierda lenta sobre el tapiz.
No era el velo blanco, la arruga verde.
Hoy el mar era una bronca. Me miraba y decía vete a casa. Y obedecí, pensando de regreso en la izquierda lenta, el tapiz, el velo blanco y la verde arruga que no existían.

sábado, abril 19, 2008

Y fue que vinieron todos. Todos. Compañeros viejos, amigos que no veía desde hacía años (qué guapa estaba María, Martín), mis hermanos con sus renacuajos tan bullangueros (pero estuvieron formalitos, qué raro, cuando lo normal es que les pisen los pies a todas las señoras mayores), mis alumnos, mis alumnos de bachillerato y también los pequeños con sus padres, y más amigos, y otros, y amigos de esos otros, y algunos que entraron porque sonaban tanguillos, y un guardia urbano que pasaba por allí y escuchó versos y mucho ruido. Ni cabíamos.
Alguien dijo algo de la República, luego, y viva la literatura libre y abierta, abierta y libre. Cómo nos reímos, cómo bebimos y nos abrazamos. Yo supongo que repetí muchas tonterías, claro, pero ellos, tan amables, hicieron como que no me oían y sonreían sin más y tenían en las manos algunos rosas y otros restos de alas.
A su auténtico dueño las palabras quedan devueltas, les dije.
Me entendieron creo.
Me entendieron.

viernes, abril 18, 2008



Clic y se hace grande, aun tan pequeñita como es. Qué bueno si estáis conmigo esta noche.

miércoles, abril 16, 2008

martes, abril 15, 2008

Pound dice

"Venid, canciones mías, expresemos nuestras más bajas pasiones,
expresemos nuestra envidia hacia el hombre con empleo seguro y
sin preocupación por el futuro.
Sois muy ociosas, canciones mías.
Me temo que acabaréis mal.
Andáis por las calles,
holgazaneáis en las esquinas y en las paradas de autobús,
no hacéis nada de nada.

Ni siquiera expresáis nuestras noblezas interiores,
acabaréis mal, sí, muy mal.

¿Y yo?
Estoy medio chiflado,
he hablado tanto con vosotras que
casi os veo a mi alrededor,
¡insolentes y desvergonzadas bestezuelas menudas, totalmente desnudas!

Pero tú, la canción más reciente del lote,
no eres lo bastante antigua como para haber hecho mucho daño,
te regalaré una chaqueta verde de china
con dragones bordados,
te regalaré los pantalones de seda escarlata
de la imagen del Niño Jesús en Santa María Novella,
no sea que critiquen nuestra falta de gusto
o afirmen que no hay nobleza en esta familia."

Ezra Pound
Personae
[Traducción de Talens y Munárriz]

... tú, la más reciente, aún no puedes haber hecho mucho daño...

domingo, abril 13, 2008


- Yo quisiera que todo lo que tengo cupiera en una bolsa de lona.

- Una noche, mamá entró en mi habitación. Yo estaba haciendo dibujos. Se sentó en la cama y estuvo mirándome un rato. En el libro de ciencias había unas páginas especiales con dibujos de hojas y árboles, y pequeñas etiquetas que decían coníferas, robledal, bosque mediterráneo, monte bajo. Mamá apoyó su frente de hoja de tabaco en mi nunca. Yo no dije nada, sólo copiaba esos dibujos en un cuaderno.

- Si todo lo que tengo cupiera en una bolsa de lona, sabría que no he hecho nada malo, si todo lo que tengo cupiera en una bolsa de lona.

viernes, abril 11, 2008


Aunque yo quisiera protegerte
de todo lo feo que colma el mundo
y construyera una cápsula de libros
y otras ficciones
para que tú vivieras dentro de ella,
al mundo le bastaría un despiste mío
para tumbarlo todo
y llenarte de la misma mierda
en la que yo navego.

jueves, abril 10, 2008

El mar es fango. Un temporal del suroeste lo ha aplastado con ganas contra la orilla. Error: no hay orilla, se la comió esta noche de dos dentelladas. Todo es espuma y lodo, mierda.
Hago mil fotos. Fotos de los brazos rompiendo contra el dique, de la roca machacada, de la espuma que cubre los bancales como un tejido.
Seguirá fuerte hasta el viernes, y al día siguiente -yo ya sé eso- amanecerá blanco y desierto, con una larga bajamar que contendrá toda esta energía, y la tarima azul se llenará de pliegues suaves y cóncavos que llegarán desde muy lejos y comenzarán a romper detrás de la plataforma para converger lentos y densos en la orilla.

Yo estaré allí, muy temprano. Habré madrugado, habré desayunado con calma, la habré dejado a ella aún dormida en la cama, estaré limpio y descansado, conduciré despacio hasta el carril de tierra, y pasaré los juncos y las hortechuelas y los caños sucios y, detrás, el verdemundo.

Hoy el mar es fango. Fango y turba que trajo, de pronto, un objeto extraño.