domingo, octubre 14, 2012

El temporal trajo una tortuga del tamaño de un niño pequeño. Como el albatros del poema, ya sólo era carne y moscas y asombro de quienes pasean por la playa, luminoso domingo, viento noreste. Vendría de dónde. Del Coto, de muy lejos, del refugio de aquel barco que no llegó, la leyenda dice, con su cargamento de arroz guerracivilesco. Las moscas no la habían devorado aún, el cadáver era gris como un frame b/n, el pico la tortuga apuntaba hacia Bonanza. Como los demás, nosotros también nos detenemos, miramos la tortuga, decimos es gigante, pobre tortuga, y continuamos la marcha. Pero al volver, apenas media hora después, vemos que la tortuga ya apunta hacia Montijo, quién, qué manos cogieron el caparazón, espantaron las moscas, lo hicieron girar justo hacia el lado contrario, quién no temía una infección, quién se pringó con los cartílagos, por qué lo hizo, qué curiosidad de enterrador.
Después, en el periódico leo un artículo de Vicent que, si lo hubiera publicado hace dos años, habría hecho que yo mandara al cuerno la novela y la Democracia, porque con tan poco gasto dice lo mismo que yo no sé decir sin inventarme un Marco, una Julia, un Soros, una Martita Flor de Autopista, un joven director general, una terapeuta, una presentadora, unos tristes anarquistas de botellas de Skol, y el resto. Ahora pienso que Marco, probablemente, habría sido uno de los que, al pasar, se arrodillan, se lamentan, dibujan un esbozo en un cuaderno y le dan la vuelta a la tortuga para evitarle, al menos, el sol del mediodía en los ojos ya casi sorbidos.

4 comentarios:

tirso malatesta dijo...

Sanlucar, divino exilio.

J. M. dijo...

maravilloso, lo tuyo y lo de Vicent; nada como el poder de las metáforas...


lo estás vendiendo tan bien que, incluso, tal vez te compre un libro de ésos

Bicho dijo...

Pobre bicho, ya ni las metáforas lo salvarán.

Pablo dijo...

Hombre, vendiendo... te iba a decir que seguro que llega a alguna biblioteca pública y allí lo puedes conseguir, pero creo que ni así. Nuevo presupuesto para bibliotecas: cero euros.