Ayer.
Fuimos a un lugar de aquí.
A beber y mordisquear debajo de una parra. Un patio antiguo, el aire nocturno, la serenidad, etcétera.
Y en medio de eso, irrupción de todos mis prejuicios.
Entraron dos: él tendría cincuenta y muchos, ella poco más de veinte, él era español y ella dominicana, ella no dejaba de hacerle mimos, él estallaba de grasa y dinero dentro de su camisa.
En realidad, él ni siquiera presumía, ella ni siquiera se exhibía. Lo que faltaba lo completábamos yo y mis prejuicios.
Y claro que cada cual traga las babas que quiere, y claro que cada cual compra el juguete que le apetece comprar. Lo feo, lo muy feo de todo este asunto es que descubro que yo, que pensaba desprovisto de verdadera moral, soy un moralista de escuela vieja -o una vieja de escuela moralista.
Vaya.
jueves, julio 17, 2008
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7 comentarios:
Imposible un ser desprovisto de toda moral, hasta los llamados amorales tienen la suya. Cada vez que construyo una idea previa sobre algo, la vida se encarga de minarla desde la base...
Queda claro lo que falta a cada lado del charco
y que el amò también se compra.
Y a mí me entra una pena y una tristeza tan honda, tan sin vuelta.
¡Ah, pero yo quería ser algo así como André Gide, y sentirme limpio de todos esos juicios que no son míos y darle lustre a los cascabeles de mis tobillos!, y en cambio aquí van y me persiguen todas estas moralidades cuando me despisto.
¡claro y yo !..el duedecillo que llevo colgado en el cuello lleva cascabeles en sus tobillos y se cree limpio de esos prejuicios tambien....hasta esa pareja tendria sus moralidades frente a otra pareja semejante.
acabo de leer Rosas restos de alas...lo conoci por willy uribe....
Me gusta..gracias.
Pablo, soy Pepe, de Chipiona, ¿has oído "who wants to live forever" de Queen? pues eso, que te diviertas, y todo lo demás son cosas de la edad, que ya se te pasará, o no, yo qué sé
Muchas gracias, J. Si ves a Willy en algún rompiente, salúdalo bien fuerte de mi parte.
Ay, P, las cosas de la edad serán, pues... y mira que soy firme limpiándome de tanta mierda, venga estropajo y estropajo.
Ah, los viejos. Estamos rodeados de prejuicios.
Solo se nos acepta en este papel:
http://www.youtube.com/watch?v=Z57yMGymvKo
"Incluso aunque vivas en París, se vive siempre en provincias cuando se ha vivido demasiado".
Tu posto me ha parecido sincero y estimulante.
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