jueves, septiembre 18, 2008

"Los seis principales bancos centrales del mundo salen al rescate de los mercados financieros"

No...

"Morgan Stanley sopesa su fusión con un gran banco para evitar la bancarrota"

Nada de eso...

"Los empresarios piden aparcar el libre mercado"

No... Precisamente ahora, no.

Ahora que revienten, que traguen, que moqueen sobre el escote de sus prostitutas diciendo no hay manera de salir de esto.

¡Libre mercado! ¡Ahora sí!

Y que venga bien fuerte la destrucción de todo, las filas larguísimas de acreedores, el vaciado de los bolsillos... Quiero que el mercado siga hasta las puntas afiladas de la escollera sin que nadie lo enderece. Quiero la ruina absoluta, también la mía.
Las dimisiones, los suicidios, los jueces atónitos emparedados de archivos, los estantes vacíos de los supermercados.
La cartilla de racionamiento, ya no recuerdo a qué sabía la fruta de verdad.
El hambre.
El pillaje, los cristales en el suelo, el ejército aplastando a la gente dentro de sus casas.
Un buen golpe de estado.
Y luego una dictadura militar.
Y muchos desaparecidos y muertos y fosas y estadios.

Es decir, todo aquello con lo que cíclicamente estimularon la naciente economía de aquellos minipaíses no occidentales que dieron óptimo servicio al libre mercado.

Ahora sí que me convencieron: capitalismo sin medida y sin gobierno hasta las heces.



1 comentario:

Anónimo dijo...

He llegado hasta aquí por pura casualidad. Tus palabras me llevan a otro blog tan interesante, comprometido y lleno de sensibilidad como el tuyo:
http://detirsoalmundo.blogspot.com
Métete. Merece la pena.
Bay