domingo, diciembre 23, 2012
Un nuevo arreglo del universo
"Parece que el cielo se ha roto como un gran huevo fresco y que una yema sorprendente y nunca presumida cuelga por doquiera del inmenso cascarón; y que la brisa clara ha manado infinitamente de un pomo del tamaño del mundo como un unánime raudal de alegría y de vida, filtrándose por todo esto, que es todo, y traspasándonos a nosotros, que somos únicos, y que con este amanecer, hemos tornado, mar y cielo con el cielo y el mar, a las cosas, en un nuevo arreglo del universo."
Juan Ramón Jiménez
Diario de un poeta recién casado
sábado, diciembre 22, 2012
jueves, diciembre 20, 2012
Jacobinos: sin vosotros no habrían existido la igualdad ni la libertad. Salid de vuestras tumbas, recomponed los pedazos, Eran los mejores tiempos, era los peores tiempos, la edad de la sabiduría, el ciclo de la estupidez.
LUIS GARCÍA MONTERO:
"[...] Ante este obsceno panorama de la explotación, es lógico que empiece a formarse un imaginario social que justifique la violencia contra el sistema en una población impúdicamente maltratada. Pero más allá de las reacciones instintivas, merece la pena volver a formularse una vez más la pregunta de otros tiempos. ¿Puede convertirse la violencia en un arma de respuesta política? Asumo la inquietud de muchos jóvenes que, de manera cada vez más frecuente, discuten conmigo de política y critican mi buenismo.
Voy a ser sincero. Si apoyo mis argumentos en la condición del explotador, me cuesta trabajo negarme a la violencia. Al leer las noticias, yo tengo muchas reacciones coléricas y violentas en el secreto de mi casa. Cuando me entero de que alguien especula con las materias primas para ganar dinero a costa de provocar cientos de miles de muertos por las hambrunas, concluyo que ese especulador se merece una respuesta violenta. También me resulta difícil negarme a la violencia cuando compruebo que los poderes financieros, dirigidos por personas con nombres y apellidos, acumulan riquezas a costa de condenar a un país al desahucio, la pérdida de su sanidad y su educación pública, el desmantelamiento de su investigación y su cultura, y la ruina de sus pensiones.
Así que, para mantenerme en contra de la violencia, no puedo pensar en la condición del explotador, que a veces se merece un castigo inmediato, sino en la perspectiva de las víctimas. ¿Se merece alguien la degradación de apretar un gatillo?"
LUIS GARCÍA MONTERO:
"[...] Ante este obsceno panorama de la explotación, es lógico que empiece a formarse un imaginario social que justifique la violencia contra el sistema en una población impúdicamente maltratada. Pero más allá de las reacciones instintivas, merece la pena volver a formularse una vez más la pregunta de otros tiempos. ¿Puede convertirse la violencia en un arma de respuesta política? Asumo la inquietud de muchos jóvenes que, de manera cada vez más frecuente, discuten conmigo de política y critican mi buenismo.
Voy a ser sincero. Si apoyo mis argumentos en la condición del explotador, me cuesta trabajo negarme a la violencia. Al leer las noticias, yo tengo muchas reacciones coléricas y violentas en el secreto de mi casa. Cuando me entero de que alguien especula con las materias primas para ganar dinero a costa de provocar cientos de miles de muertos por las hambrunas, concluyo que ese especulador se merece una respuesta violenta. También me resulta difícil negarme a la violencia cuando compruebo que los poderes financieros, dirigidos por personas con nombres y apellidos, acumulan riquezas a costa de condenar a un país al desahucio, la pérdida de su sanidad y su educación pública, el desmantelamiento de su investigación y su cultura, y la ruina de sus pensiones.
Así que, para mantenerme en contra de la violencia, no puedo pensar en la condición del explotador, que a veces se merece un castigo inmediato, sino en la perspectiva de las víctimas. ¿Se merece alguien la degradación de apretar un gatillo?"
miércoles, diciembre 19, 2012
Tiene quince años, hace un mes que no va a clase, hoy lo vi caminando por el arcén con una botella de agua mineral llena de gasolina, yo salía del trabajo pronto, había bruma, a media mañana entra la bruma del mar como un abrazo, los cargueros remontan el río a ciegas haciendo sonar las sirenas como en aquel cuento de Bradbury, la gasolina es verde, supongo que la mezclan con algún colorante igual que al gas le inyectan el aroma del gas para detectar la fuga, con cualquier cosa como ésta podría comenzar una novela si no me vencieran el cansancio y el resto de enemigos.
miércoles, diciembre 12, 2012
Cuando todo termina y ya te hartaste de hablar de economía y de personajes extraviados en ella, ya casi al final, cuando de impaciencia golpeas la mesa con los dedos como un tambor y buscas el abrigo, siempre hay alguien que pregunta: “¿entonces qué?, ¿qué hacemos con esto?” Y se refieren a la Crisis, o a algo así como la Sociedad, y esperan que yo diga una sentencia optimista y reconfortante, un alivio o una tesis. Y entiendes que esa cosa que tenías en la cabeza cuando escribiste Democracia sigue siendo un conjunto cerrado que apenas a ti te sirve, porque si alguien espera que yo diga-piense nada certero ni nada lúcido ni clarificador es que, definitivamente, no entendió la broma. Sólo es retórica hiperabundante. Y chiste. Yo nunca escribo en serio. Y siempre lo hago por inundación.
martes, diciembre 04, 2012
Corrección de redacciones escolares, cita:
"mi superpoder favorito sería la superfuerza sobrehumana que consiste en ser físicamente más poderoso de lo humanamente posible. porque con la superfuerza sobrehumana puedo levantar cosas que nadie ha levantado y poder ser el más fuerte del mundo entero. la utilizaría para ayudar a la gente a levantar cosas, por si alguien se mete en una pelea y por si se derrumba una casa y hay gente sobre los escombros para salvarlo, etc. con este superpoder puedo ser famoso y salir en la televisión y en los periódicos y que tú fueras por la calle y te dijera la gente mira ahí está el superhéroes que tiene una fuerza sobrehumana. yo quisiera ser como hulk, que es un personaje de ficción."
Hermoso universo sin comas ni mayúsculas, donde el fluido de conciencia no es la retórica de ningún idiota con letras sobrantes.
"mi superpoder favorito sería la superfuerza sobrehumana que consiste en ser físicamente más poderoso de lo humanamente posible. porque con la superfuerza sobrehumana puedo levantar cosas que nadie ha levantado y poder ser el más fuerte del mundo entero. la utilizaría para ayudar a la gente a levantar cosas, por si alguien se mete en una pelea y por si se derrumba una casa y hay gente sobre los escombros para salvarlo, etc. con este superpoder puedo ser famoso y salir en la televisión y en los periódicos y que tú fueras por la calle y te dijera la gente mira ahí está el superhéroes que tiene una fuerza sobrehumana. yo quisiera ser como hulk, que es un personaje de ficción."
Hermoso universo sin comas ni mayúsculas, donde el fluido de conciencia no es la retórica de ningún idiota con letras sobrantes.
domingo, diciembre 02, 2012
Conduces cinco horas, ida y vuelta, para hablar de Democracia con treinta personas, eres un
agente comercial, un viajante, eres Willy Loman, cualquiera se preguntaría qué
haces perdiendo el tiempo en una noche tan fría, vuelves de madrugada y en la
carretera sólo hay luces largas y las pelusas de los campos de algodón de Lebrija,
pero tú cumples con tu apostolado, nunca dices no a ninguna biblioteca pública,
a ninguna librería al alcance de un depósito de gasolina, te llaman de la radio
local de cualquier sitio y procuras parecer tan intenso y tan simpático como si
fuera la BBC en emisión intercontinental, no albergas ningún reparo apocalíptico/integrista,
tienes la obligación de ser cortés, de estar dispuesto, vamos a grabar unos
recursos, mira aquí, haz como que buscas un libro en la estantería, pon cada de
serio, te preguntan sobre el dibujo de la cubierta, y de qué va esto, leen un
PDF de la editorial y te dicen cuéntame, cuéntame es el resumen de su
entrevista, y mientras tú hablas ellos piensan en otra cosa, por ejemplo en si
el inminente ERE los dejará en la calle o suspirarán con alivio porque la
patada la recibirá el compañero de pupitre, eres tan comprensivo, tampoco te
leerías la novela que cualquiera de ellos hubiera escrito, quizá no te atreverías
a confesarlo con esa sinceridad de no tuve tiempo para, no te preocupes, ya te
cuento yo lo importante, bromeas, consigues que sonrían un poco, os despedís y
te desean suerte, y tú gracias, lo mismo, ahora vuelves a casa de madrugada, te
sientes miniatura, imaginas un plano aéreo que persiguiera tu coche haciendo
todo el recorrido con un ejemplar de la novela en el asiento del copiloto como
si fuera un maletín con muestras de fieltro, tergal, licra, paño tweed para
unos pantalones elegantes, eres un agente comercial que vuelve a casa pensando
en tan poca ganancia pero diciéndose a sí mismo que así son las cosas, que es
honesto el sacrificio y un punto de derrota, que cómo podrías negarle el saludo
o la atención a quien te lo pide, de qué mundo soberbio, en qué vanidad idiota
estarías subido si contestaras gentilmente por correo diciendo no puedo ir, lo
siento mucho, bastaría con un solo lector, bastaría con una única persona que
se hubiera sentado en su casa, hubiera apagado la televisión, hubiera abierto
el libro y se preguntara y este chico quién es y qué dice, las presentaciones
siempre están llenas de señora de club de lectura, clubbers de edad indefinible y firme vocación de entender cada una
de las palabras de cada página, se enfurecen si no lo consiguen, se quejan, por
qué escribes así de raro, como si fueras un sobrino suyo te felicitan por tu audacia
y se excusan, humildes, diciendo que les queda muy lejos eso que cuentas, cuando
al fin llegas a casa ves la luz encendida, la pequeña tiene fiebre, llora, le
arden las muñecas, todas las cosas se detienen y sólo tiene verdadera
importancia que las décimas bajen de treinta y nueve, la luz permanecerá
encendida hasta que ya sea de día y digas yo me quedo con ella, nos sentaremos
en el sofá, haremos el vago en pijama, cantaremos canciones, completaremos un
puzle, nos enfadaremos un rato, le enseñaré la e y la o.
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