miércoles, diciembre 12, 2012

Cuando todo termina y ya te hartaste de hablar de economía y de personajes extraviados en ella, ya casi al final, cuando de impaciencia golpeas la mesa con los dedos como un tambor y buscas el abrigo, siempre hay alguien que pregunta: “¿entonces qué?, ¿qué hacemos con esto?” Y se refieren a la Crisis, o a algo así como la Sociedad, y esperan que yo diga una sentencia optimista y reconfortante, un alivio o una tesis. Y entiendes que esa cosa que tenías en la cabeza cuando escribiste Democracia sigue siendo un conjunto cerrado que apenas a ti te sirve, porque si alguien espera que yo diga-piense nada certero ni nada lúcido ni clarificador es que, definitivamente, no entendió la broma. Sólo es retórica hiperabundante. Y chiste. Yo nunca escribo en serio. Y siempre lo hago por inundación.   

2 comentarios:

UnexplaUnable dijo...

La inundación rebosa talento entonces. Gracias por tus libros :)

NáN dijo...

Qué manía de la gente, de buscar en todo soluciones.