miércoles, agosto 19, 2009
Lo malo no es contemplar a un perro atropellado
junto a la cinta gris de la autopista
que se incorpora todavía vivo y anhelante
sobre sus patas delanteras
y luego con vergüenza apercibirte
que la visión te devuelve la imagen de un niño bombardeado.
Lo malo lo peor
es creer que tu cerebro
funciona de igual modo que una computadora
y urdir muy hondas especulaciones
sobre el hombre considerado
como un animal cibernético
sin pararte a pensar
que es el ordenador el que está hecho
rudimentariamente
a tu imagen y semejanza.
José Agustín Goytisolo
miércoles, julio 29, 2009
"Todas las mañanas, cuando leo el periódico
me asomo a mi agujero pequeñito.
Fuera suena el mundo, sus números, su prisa,
sus furias que dan a una su zumba y su lamento.
Y escucho. No lo entiendo.
Los hombres amarillos, los negros o los blancos,
la Bolsa, las escuadras, los partidos, la guerra:
largas filas de hombres cayendo de uno en uno.
Los cuentos. No lo entiendo.
Levantan sus banderas, sus sonrisas, sus dientes,
sus tanques, su avaricia, sus cálculos, sus vientres
y una belleza ofrece su sexo a la violencia.
Lo veo. No lo creo.
Yo tengo mi agujero oscuro y calentito.
Si miro hacia lo alto, veo un poco de cielo.
Puedo dormir, comer, soñar con Dios, rascarme.
El resto no lo entiendo."
Yo tampoco entiendo nada, la estupefacción es superior al dolor de tripa, todo es tan feo y hostil, todo lo que circunda a esta playa pequeñita, agujero en el mundo, sumidero donde se pierde esa tunda terrible. Sí, ya sé, me pasa lo mismo que a todos. No hay donde poner el ojo sin que sangre. A oscuras, mejor, y a tientas.
Y luego en cambio ocurren cosas extrañas: en el interior de Clea algo se produce de un modo suave y perfecto, un chico de dieciséis decide en 2009 comenzar a escribir a máquina, porque encuentra que el carro de tinta tiene más víscera que el blanco documento de Word, y le salen experimentos pasmantes como éste:
Como dice el de arriba, Sr. Director del Consejo de Administración, váyase usted a un carajo medianamente hermoso, le concedo lo de hermoso. Mientras, nosotros, los demás, seguiremos jodidos pero felices en el tránsito de buscar las cosas que nos hacen olvidarnos de usted.
domingo, julio 05, 2009
Recupero el hilo. Dentro de las cosas que buscábamos en Público solía estar la columna malhumorada de Javier Ortiz. Utilicé algunas con los bachilleres este año, viva la contrapropaganda, reciben tantos aguijonazos del otro lado.
Pero hace un par de meses esas columnas desaparecieron. Se borraron.
Y pronto supimos que Javier Ortiz había muerto.
Había muerto.
Hoy, junto antes de irnos de viaje, Clea me deja leer el autobituario que Ortiz escribió.
Y me ha hecho reír,
y me he estremecido,
y me ha entrado un miedo atroz.
jueves, junio 18, 2009
"Hicimos aquellos que deseamos.
Hemos descartado sueños, prefiriendo la dura tarea
de apoyarnos el uno al otro, y hemos acogido al dolor
y llamado ruina al hábito imposible de romper.
Y ahora estamos aquí.
La comida está lista y no podemos comer.
La carne descansa en la blanca laguna del su plato.
El vino espera.
Llegar a esto
tiene sus compensaciones: nada es prometido, nada
nos es arrebatado. No tenemos corazón ni gracia salvadora.
No hay lugar adonde ir, no hay razón para quedarnos."
miércoles, junio 03, 2009
lunes, junio 01, 2009
"No conozco regla alguna capaz de convertir a un hombre en un poeta ni tampoco de llevarlo a escribir versos. Esas reglas no existen. El poeta es justamente el hombre que crea las reglas poéticas. "
(…)
(…)
traga perdiz,
ha llegado tu hora, burgués."
"¿Cuáles son, entonces, los elementos indispensables para iniciar el trabajo poético?
PRIMERO: La existencia, en la sociedad, de un problema cuya solución solo sea concebible mediante una obra poética.
(…)
CUARTO: Instrumentos de trabajo y acondicionamiento de la oficina. Pluma, lápiz, máquina de escribir, teléfono, un pijama para dormir en pensiones, bicicleta para ir a las redacciones y editoriales, una mesa preparada para escribir, un paraguas para poder escribir bajo la lluvia, un domicilio con espacio suficiente para darle al poema los pasos que necesite, contacto con una agencia de noticias o con un medio de comunicación –para obtener los recortes sobre los temas que apasionan en las distintas provincias-, incluso una pipa y cigarrillos. "
(…)
"Desde mi punto de vista, la mejor obra poética será la que esté escrita según una obligación social dictada por el KOMINTERN, que tenga como objetivo final el triunfo del proletariado. "
Todas estas reservas estarán en la cabeza, y las más complejas las anotaremos en un cuaderno.
La acumulación de estas reservas me ocupa todo el tiempo. Dedico a esta tarea de diez a dieciocho horas diarias, y gracias a ellas siempre estoy listo para elaborar alguna cosa. "
"El ritmo es la fuerza esencial, la energía primaria del verso. Es inexplicable. De él apenas podemos decir lo que se dice del magnetismo y la electricidad: son dos formas de energía. "
(…)
"Tener un buen cuaderno de notas y saber usarlo es mucho más importante que saber escribir sin errores en base a la vieja y caduca métrica poética. "
(…)
"Para comprender correctamente la obligación social el poeta debe situarse en el centro de las cosas y de los acontecimientos. Conocer la teoría económica, estar al tanto de la vida real, interesarse por la historia y la ciencia, es para el poeta una parte esencia de su trabajo y un aspecto mucho más importante que los manualitos escolásticos. "
"Es necesario que los órganos y las instituciones responsables de la educación de las masas liberen sus enseñanzas de las antiguallas estéticas."
"Es necesario romper en mil pedazos el tópico de que el arte es apolítico. "
VLADIMIR MAIAKOVSKI, 1926
jueves, mayo 21, 2009
lunes, mayo 18, 2009
Benedetti ya no está.
Y eso quiere decir que ya no existe, por ejemplo:
INTERVIEW
"No es ninguna molestia
explicarle qué pienso
del infinito
el infinito es
sencillamente
un agrio viento frío
que eriza las mucosas
la piely las metáforas
le pone a uno en los ojos
lágrimas de rutina
y en la garganta un nudo
de sortilegio
seguramente usted ya se dio cuenta
en el fondo no creo
que exista el infinito.
Bueno sobre política
jesús
sobre política
mi bisabuelo que era liberal
espiaba a las criadas en el baño
mi abuelo el reaccionario
extraviaba la llave de sus deudas
mi padre el comunista
compraba hectáreas con gesto de asco
yo soy poeta
señor
y usted debe saber que los poetas
vivimos a la vuelta de este mundo
claro que usted quizá no tenga tiempo
para tener paciencia
pero debe conocer que en el fondo
yo no creo en la política.
Por supuesto el estilo
qué pienso del estilo
una cosa espontánea que se va haciendo sola
siempre escribí en la cama
mucho mejor que en los ferrocarriles
qué más puedo agregar
ah domino el sinónimo
módico exiguo corto insuficiente
siempre escribo pensando en el futuro
pero el futuro
se quedó sin magia
me olvidaba que usted
ya sabe que en el fondo
yo no creo en el estilo.
El amor el amor
ah caramba
el amor
por lo pronto me gusta
la mujer
bueno fuera
el alma
el corazón
sobre todo las piernas
poder alzar la mano
y encontrarla a la izquierda
tranquila
o intranquila
sonriendo desde el pozo
de su última modorra
o mirando mirando
como a veces se mira
un rato antes del beso
después de todo
usted y yo sabemos
que en el fondo
el amor
el amor
es una cosa seria.
Por favor
esto último
no vaya a publicarlo."
O sí que existe, o existe AHORA con más ganas que antes; ganas de ser como el chaval que por primera vez leía a Benedetti, o le leía Benedetti a alguien, o incluso se dejaba leer Benedetti (los más suertudos) por alguien.
Y, por cierto, no sé qué cuerno pinta la palabra "modorra" ahí en medio pero siempre me hizo reír este poema, risas y, como decía esta mañana un buen compañero, "anda que no le debo yo nada a Benedetti", algunas madrugadas a traición le debemos, y no madrugadas de lectura candil en mano y capa embozada precisamente, más resfriantes, en realidad.
Por otra parte, día aciago,
aciago
que hace enfurecer al apaciguador de bueyes y le obliga a soltar estas cosas que también me recordaron a mí cuando era un imbécil y creía que sabía algo y para que todo el mundo lo supiera lo expulsaba a voz en grito en cuanto salía de un cine o cerraba un libro, envuelto en las babas de mi arrogancia, mi ignorancia y mi vagancia.
http://www.elpais.com/videos/cultura/Boyero/pelicula/Lars/von/Trier/provocacion/barata/elpvidlmv/20090518elpepucul_2/Ves/
(ver el vídeo, que es lo gracioso)
Y además, resulta que esto
http://www.elpais.com/articulo/tecnologia/campana/Obama/triunfo/comunidad/elpeputec/20090518elpeputec_1/Tes Y no sé si sirvió para gran cosa, o como presumo en este día tonto y decepcionante en el que se fue el viejo de Mario, sirvió para organizar una enorme nada muy lucrativa y hueca, y ahora va y me acuerdo de Benedetti otra vez, y su Oda a la pacificación, y me siento una pizca menos joven y más solo e igual de engañado, sólo que ahora comienzo a darme cuenta,
creo.
Ah.
martes, mayo 05, 2009
Y tomárselo así de despacito.
O así de rápido.Días hermosos, no hace ni cuarenta y ocho horas, y parecen cien años. No tengo remedio. Padezco una melancolía feroz e insana.
martes, abril 28, 2009
Nostalgia de Robespierre
- Para acabar así no vale la pena tanto granero ardiendo ni tanta cancioncita fraternal–dijo Jean-Luc, asomado a la escotilla de su cápsula del tiempo.
Y después de los besos y los destellos, el monarca, como en aquella peli de Berlanga, hizo pasar a las dos a su gabinete y con ayuda de unas pinzas comenzó a despoblar el pubis de la princesa, que se vaciaba en sonrisas y gentileza hacia su suegro.
Y luego le tocó el turno a la bella de la voz tontita, que hizo ras con la cremallera de su vestido (sus vestidos cilíndricos siempre caen en sordina a sus pies), y el monarca admiró la tersura de sus braguitas y le dijo continúa, hija, continúa.
Y continuó.
Y todos los ayudantes de cámara y los alabarderos y los secretarios y los ministros y los jardineros reales se quisieron meter debajo de la alfombra al descubrir que la muchacha lo tenía rasurado, rasuradito como el de un bebé.
Alcalá de Henares, 27 abr (EFE).- Un hombre ha sobrevivido a una caída desde un séptimo piso, por el hueco del ascensor de su vivienda, y sólo ha sufrido fracturas y contusiones, gracias que el golpe fue amortiguado en parte por la cabina que estaba detenida en la primera planta.
Otra prueba más de que efectivamente la vivienda está cayendo.
Y que no es tan grave la cosa.
lunes, abril 27, 2009
Quien lo conoce sabe que esos acantilados tienen más de veinte metros de caída. Y la espuma trepa por ellos como si fueran un escaloncito.
Seguro que tendría una glosa filosófico-poética toda esta furia.
Pero aún estoy embobado y aterrado viéndole los dientes al océano.
Me marcho allá dentro de unos días. Confío en que me trate mejor que a la roca. Que el sol me tueste la nariz y las olas me aplasten los hombros. Pero sólo una pizca.
jueves, abril 23, 2009
El Rey ha subrayado hoy que el último Premio Cervantes, Juan Marsé (1933), ha reflejado como nadie la memoria de la Barcelona de posguerra y que "su mirada se ha fijado siempre en los perdedores. Intensamente realista, su escritura alcanza el nivel de excelencia en el arte literario". [...] El Monarca ha recordado a los escritores testigos del tiempo histórico de Marsé -autor de Si te dicen que caí o Últimas tardes con Teresa- que se han ido, como Carlos Barral, Jaime Gil de Biedma o Juan Hortelano, de quienes, ha añadido, nos queda su palabra, que es "en realidad a la que queremos festejar". Esa palabra "libre", ha manifestado el Rey, de cuño cervantino "que se desborda a sí misma para nombrar la realidad, para quitar los velos que ocultan la verdad profunda de las cosas o para crear espacios nuevos de vida" y bla bla.
El País
martes, abril 14, 2009
Soy tacaño con las mías, demasiado tacaño; sin ellas voy quedámendo sordo de oír ese zumbido de nada, ese zumbido de torre eléctrica, de transformador.
Para olvidar que zumban necesito las palabras de otro, ya sabéis.
Sabéis, porque a vosotros también os pasa.
"Como los erizos, ya sabéis, los hombres un día sintieron su frío. Y quisieron compartirlo. Entonces inventaron el amor. El resultado fue, ya sabéis, como en los erizos. ¿Qué queda de las alegrías y penas del amor cuando éste desaparece? Nada, o peor que nada; queda el recuerdo de un olvido. Y menos mal cuando no lo punza la sombra de aquellas espinas; de aquellas espinas, ya sabéis. Las siguientes páginas son el recuerdo de un olvido."
Luis Cernuda
Las siguientes páginas.
En algún lugar.
sábado, abril 11, 2009
domingo, abril 05, 2009
sábado, abril 04, 2009
miércoles, abril 01, 2009
Creo que ya lo he contado por aquí. Una vez al año, llegada más o menos esta fecha, leo en clase la Oda a Walt Whitman de Poeta en Nueva York, la porción de cualquier cosa más estremecedora que he leído jamás.
Ya sé que es muy superlativo eso, pero esta mañana he vuelto a leerlo delante de los bachilleres, y aún ando inflamado por ese verso, esa potencia:
"Ni un solo momento, viejo hermoso Walt Whitman,
he dejado de ver tu barba llena de mariposas,
ni tus hombros de pana gastados por la luna,
ni tus muslos de Apolo virginal,
ni tu voz como una columna de ceniza;
anciano hermoso como la niebla
que gemías igual que un pájaro
con el sexo atravesado por una aguja..."
Pasan cosas raras en los pasillos últimamente. Suenan versos, los chicos se besan en las escaleras, algunos cantan cosas hermosas y se atreven a hacer cosas aún más hermosas. Y también pasa, y es curioso esto, que alguno decide agraviarme escribiendo mi nombre en una cartulina y poniendo al lado, con un rotulador grueso la palabra "rojo".
En serio. Ya sé que suena a serie de televisión, pero me ha pasado. Rojo, resulta tan antigua, además, la palabra.
Además.
No sé quién era el vivificador de eso de que el adjetivo mata, pero juraría que hoy estaba en el aula cuando leíamos la Oda de Lorca.
Ha debido de retorcerse de estulticia en el bostezo de su primera hora de clase.
"... bello Walt Whitman, duerme a orillas del Hudson
con la barba hacia el polo y las manos abiertas.
Arcilla blanda o nieve, tu lengua está llamando
camaradas que velen tu gacela sin cuerpo.
Duerme, no queda nada.
Una danza de muros agita las praderas
y América se anega de máquinas y llanto.
Quiero que el aire fuerte de la noche más honda
quite flores y letras del arco donde duermes
y un niño negro anuncie a los blancos del oro
la llegada del reino de la espiga."
Je.
Después hemos leído Aquellos ojos míos de mil novecientos diez... y he recordado que Lara introducía su libro con esos versos:
"Aquellos ojos míos de mil novecientos diez
vieron la blanca pared donde orinaban las niñas,
el hocico del toro, la seta venenosa
y una luna incomprensible que iluminaba por los rincones
los pedazos de limón seco bajo el negro duro de las botellas."
Y luego he vuelto a casa, he malcomido alguna cosa, he encendido la radio y he escuchado ESTO
No os lo perdáis.
viernes, marzo 27, 2009
lunes, marzo 23, 2009
Hoy a la primera di con él en youtube, y le vi la cara mano a mano.
sábado, marzo 21, 2009
Breve, simple, directo y sin revueltas. Así es.
[y qué foto]
"Kerouac odiaba a los hippies. Me lo dijo Caroline Cassady, a la que tuve la fortuna de conocer en Londres gracias a mi buen amigo y mejor escritor Barry Gifford. Caroline recordaba claramente los años pasados con Jack Kerouac y Neal Cassady cuando ella era el queso y el jamón del sándwich, y le gustaba hablar de ello con una sonrisa en los labios. Jack, contaba Caroline, era un escritor, no un vagabundo, y adoraba la elegancia de sus héroes del bebop: Charlie Parker, Coltrane, Gillespie, Max Roach... Odiaba tener la casa llena de melenudos, y en su cabeza se veía más cercano a Scott Fiztgerald que a todo ese cuento de la contracultura. Al parecer, y con frecuencia, Jack montaba en cólera por el lugar que la caprichosa trama cultural le había reservado. "¡Debería estar sentado en una academia y no en el salón de mi casa soportando la veneración de estos palurdos!", decía Caroline que gritaba Jack, harto de que unos seminformados pero bien uniformados jovencitos se bebieran sus cervezas. Odiaba que cualquiera se atreviese a llamarle Jack, él prefería señor Kerouac."
Ray Loriga
"Mi buen amigo y mejor escritor...", ese blasón me ha descompuesto todo lo que sigue, a pesar de tan interesante y bien escrito como parecía.
viernes, marzo 20, 2009
Sobre un armario, en una caja de cartón.
Igual que se esconden los regalos de navidad.
sábado, marzo 14, 2009
martes, marzo 10, 2009
Pero no más.
Blandiendo la serena antipatía en la que me entrené durante veinte años, volveré a ser un bicho para que se olviden de mí todas las cosas que me aturden.
Y después supongo que buscaré otra excusa para no mirarme de lleno en el vacío de mis asuntos.
viernes, marzo 06, 2009
Como guerreros de Siam humillados, estas mujeres espectrales moldeadas con el papel que envolvía nuestros bocadillos nos recibían de espaldas, hechas un ovillo, silenciosas.
La exposición se llamaba Unveiled. Una docena de artistas -la mayoría iraquíes, la mayoría mujeres y la mayoría menores de treinta- llenaba la amplitud y nos pasmaba a cada paso.
No se aprecia, supongo. Dos figuras sujetan las patas y la cabeza de un cordero. La tercera le corta el cuello. La sangre es apenas un charquito brillante.
Todo estaba tan cargado de ideas que de pronto la superficialidad, el vacío de las toneladas de arte que se almacenan habitualmente en los museos habituales nos pareció de una estupidez insoportable. Y el discurso del "ya nada hay que decir", sólo el gesto, sólo el objeto es importante y no lo que el objeto albergue (Beuys) resultó entonces una agravio, una grosería, un escupitajo directo para ese puñado de resistentes que sabe que basta poner un pie en la calle para comprender justo lo contrario, si
"hace falta estar ciego, /tener como metidas en los ojos raspaduras de vidrio, /cal viva, arena hierviendo, / para no ver la luz que salta en nuestros actos, /que ilumina por dentro nuestra lengua, / nuestra diaria palabra." [Alberti]
No creo que sea necesario vivir en un Bagdag bombardeado para darse cuenta de eso. O quizá sí, quizá ninguno de los rubios niños que juegan en Chelsea (esas madres que se recogen el pelo con sencillez pronto los matricularán en una escuela de arte para jovencitos donde les enseñarán a componer cualquier cosa, a expresar no importa qué, algunos se dedicarán al diseño, a la publicidad, al ARTE, pronto inaugurarán su primera exposición, etcétera) fuera capaz de descubrir una verdad tan justa. Igual que en Waltz with Bashir.
miércoles, marzo 04, 2009
sábado, febrero 21, 2009
resumen de noticias
Resumen de noticias: todo sigue en su sitio el mar en el lugar del mar la roca donde la roca la escoria que el temporal arroja sigue enredando filamentos de alguna cosa sucia en mis tobillos cuando salgo del agua (hay una buena marejada perdida hoy) ya asoman las sillas de rayas y la chicas en camiseta (no lo creerán porque resulta que es justo lo mismo que escribí allí, ya la primavera prematura y el mar haciendo cremalleras sobre los bancales, ya las vinagretas silvestres, la migración inminente de los surfistas de invierno) todo sigue en su sitio quiero decir: las ideas-palabras en cualquier otra parte menos en el papel-pantalla donde debieran estar ya hace mucho y no, en cambio
¡Eee-oh! Qué bonito suena, especialmente porque sé que estoy-estaré solo.
A los bichitos pienso exterminarlos muy pronto.
domingo, enero 11, 2009
sábado, enero 10, 2009
jueves, enero 08, 2009
lunes, enero 05, 2009
En casa de Alicia, Cha-Huang sube a ver culebrones en la televisión por cable mientras Dani juega con nosotros en la alfombra, su cuerpecito es un muelle, lo arrojo, salta, rebota y vuelve partiéndose de risa.
Bebemos vino dulce y vemos ponerse el sol.
Dani no para de arrancarme el libro de las manos, no me deja leer e insiste en poner una canción horrible de Mickey Mouse, es fácil imaginar cómo será dentro de unos años, cuando sonríe no tiene ojos.
Supongo que no le interesarán a nadie las notas de este viaje pero:
-todas las casas están abiertas, ventanas y puertas
-dentro de cada casa gris hay un rectángulo de luz
-en la acera crece hielo silvestre, a punto de desnucarme siete veces al día
-la obligación de cada vecino es mantener bien despejada y segura la entrada de su casa (no está bien visto que los invitados se descalabren en las escaleras)
-la tiniebla de las calles favorece el ahorro energético y reduce mis posibilidades de mantener el equilibrio
-los piesnegros de la estación de tren son tan sucios y hostiles como los que ya conocía, pero aquí resultan más graciosos, transportan entre dos una caja de cerveza que, claro, no necesitan enfriar, pobre de quien comparta con ellos el vagón
-romper el sistema no consiste en ser maleducado y antipático
-estoy muy seguro de eso: ROMPER EL SISTEMA NO CONSISTE EN SER ANTIPÁTICO
-también de esto estoy seguro: cuando Clea tiene las mejillas muy rojas está muy bonita (hay muchas formas de enrojecer esas mejillas, algunas más desusadas que otras)
-en un mercadillo de arte veo cuadros más hermosos que los del museo de noséqué
-me estoy haciendo viejo, tal vez
Hablo con ellos de arte, ejem (qué ridículo suena), sentados detrás del cristal protector de la ventisca, con una taza para calentar las manos. Digo muchas tonterías, con un punto dogmático que me asquea. Digo que el arte moderno es una escombrera, un montón de porquería amontonada, mercado para pijos, fraude enorme, pero en medio de esa gran cantidad de mierda carísima a veces reluce un cristal mágico, como si lo hubieran olvidado allí, como si no perteneciera a ese mundo, es decir, igual que en una escombrera. Lo digo pensando en la exposición de Beuys que me ha dado la misma fatiga que el atracón de fideos chinos de anoche, y pienso ¿será que Beuys me da fatiga sin más, será que no tengo educación ni criterio ni inteligencia ni sensibilidad para construir una frase más ingeniosa y acudo al recurso paleto de negar la categoría ARTE MODERNO? No sé, no sé. Hace un frío que raja el alma ahi fuera.
Me estoy haciendo viejo, sí: yo era MODERNO.
(jajá, ni tú te crees eso, pedazo de clasicote)
Veo una serie de fotografías fascinantes en una sala contigua a la mortandad de Beuys. Pero el carromato de mierda de Beuys me oprime, me obliga a zigzaguear por los pasillos, escapando, quiero volver a la sala de esas fotografías y una de sus horribles cosas se planta delante de mí como una barricada. Ah, nunca hay un helicóptero israelí donde realmente se necesita.
Sr. Comandante, le juro que Beuys tiene un prepucio enorme e infectado, necesita un poco de esa cirugía, y tal vez no esté bien decirlo pero se cuenta que, al caer la tarde, frecuenta algunos lugares donde sólo sirven comida halal. Sí, B-e-u-y-s, apunte bien.
Es extraño.
J. dice que se están haciendo cosas muy interesantes en el arte contemporáneo, que es un momento muy creativo y refrescante, distinto, y yo creo a J. porque sé que que tiene las ideas claras y que no habla sólo por escuchar su voz, como yo hago.
Pero también le digo que entonces no entiendo a cuento de qué ese mercadeo y me contengo de hablarle del desesperante vacío que se apretuja dentro de esos artefactos del diseño (Koon), porque ya sé que él dirá que precisamente ese vacío es su contenido y etcétera.
Pienso (más o menos pienso) que hace ya un siglo que se vino a decir que todo se había dicho antes y que, por tanto, de nada servía esforzarse por buscar ningún sentido ni mensaje. Pero un siglo es mucho tiempo. Y por otra parte, creo que esa afirmación es falsa. Hay millones de ideas pendiendo de hilos dorados, como cebos, y basta con tirar de una para que esa idea huérfana te adopte y te pida que construyas para ella algún tipo de receptáculo, que tejas para ella un vestido hermoso o feo o vulgar con el que presentarse al mundo. A mí me falta inteligencia y me sobra pereza para ir recolectando todas las ideas con las que a veces me golpeo a diario, cada año debería escribir diez, cien novelas sobre cien de esas ideas, porque hace falta estar ciego, tener metidas en los ojos raspaduras de vidrio para no ver la luz que.
Es preciso que alguien lo haga.
Me refiero a escribir.
Escribir, por ejemplo.