martes, mayo 13, 2008

[2]

Era un viento antiguo, un viento que sólo se percibía sentado en ese banco de plástico de la parada del radial.
Quién duda que somos hojas en sus manos –la metáfora está tan cansada-, que el viento (que no es nada, que sólo suena si algo le resiste) ordena el flequillo y el pensamiento, dirigido, zumm, como misil al cromo de la biología.
El viento decía en verso a los pájaros de los humedales: debéis emigrar.
No hay metáfora en esto: los pájaros son pájaros, Magui siente que está preñada de pájaros, y que un día pondrá un huevo grande y de marfil sobre una almohada.

2 comentarios:

Lara dijo...

Acojonante esa última frase.

Un abrazo.

Lara dijo...

Espero el [3].

Tic
tac
tic
tac