jueves, mayo 29, 2008

Nada,
más allá de un viento feo. La marejada se quedó a vivir en Wavetoon.

Mis bocadillos se secan en el maletero, je.
Al cuerno con toda mi épica y las alas de mis tobillos y las huevadas que me invento.
Pero, ah, hoy sucedieron otras cosas extrañas, cosas que me pusieron sonrisa de idiota,
y no les cuento más para no convertirme en una copa de helado con sombrillita y bengala, pavoneándome sobre una mesa en una terraza de verano.




[no obstante: sombrillitas y bengalas, vengan a mí, hoy]

1 comentario:

Lara dijo...

cuéntame una