domingo, diciembre 23, 2012
Un nuevo arreglo del universo
"Parece que el cielo se ha roto como un gran huevo fresco y que una yema sorprendente y nunca presumida cuelga por doquiera del inmenso cascarón; y que la brisa clara ha manado infinitamente de un pomo del tamaño del mundo como un unánime raudal de alegría y de vida, filtrándose por todo esto, que es todo, y traspasándonos a nosotros, que somos únicos, y que con este amanecer, hemos tornado, mar y cielo con el cielo y el mar, a las cosas, en un nuevo arreglo del universo."
Juan Ramón Jiménez
Diario de un poeta recién casado
sábado, diciembre 22, 2012
jueves, diciembre 20, 2012
Jacobinos: sin vosotros no habrían existido la igualdad ni la libertad. Salid de vuestras tumbas, recomponed los pedazos, Eran los mejores tiempos, era los peores tiempos, la edad de la sabiduría, el ciclo de la estupidez.
LUIS GARCÍA MONTERO:
"[...] Ante este obsceno panorama de la explotación, es lógico que empiece a formarse un imaginario social que justifique la violencia contra el sistema en una población impúdicamente maltratada. Pero más allá de las reacciones instintivas, merece la pena volver a formularse una vez más la pregunta de otros tiempos. ¿Puede convertirse la violencia en un arma de respuesta política? Asumo la inquietud de muchos jóvenes que, de manera cada vez más frecuente, discuten conmigo de política y critican mi buenismo.
Voy a ser sincero. Si apoyo mis argumentos en la condición del explotador, me cuesta trabajo negarme a la violencia. Al leer las noticias, yo tengo muchas reacciones coléricas y violentas en el secreto de mi casa. Cuando me entero de que alguien especula con las materias primas para ganar dinero a costa de provocar cientos de miles de muertos por las hambrunas, concluyo que ese especulador se merece una respuesta violenta. También me resulta difícil negarme a la violencia cuando compruebo que los poderes financieros, dirigidos por personas con nombres y apellidos, acumulan riquezas a costa de condenar a un país al desahucio, la pérdida de su sanidad y su educación pública, el desmantelamiento de su investigación y su cultura, y la ruina de sus pensiones.
Así que, para mantenerme en contra de la violencia, no puedo pensar en la condición del explotador, que a veces se merece un castigo inmediato, sino en la perspectiva de las víctimas. ¿Se merece alguien la degradación de apretar un gatillo?"
LUIS GARCÍA MONTERO:
"[...] Ante este obsceno panorama de la explotación, es lógico que empiece a formarse un imaginario social que justifique la violencia contra el sistema en una población impúdicamente maltratada. Pero más allá de las reacciones instintivas, merece la pena volver a formularse una vez más la pregunta de otros tiempos. ¿Puede convertirse la violencia en un arma de respuesta política? Asumo la inquietud de muchos jóvenes que, de manera cada vez más frecuente, discuten conmigo de política y critican mi buenismo.
Voy a ser sincero. Si apoyo mis argumentos en la condición del explotador, me cuesta trabajo negarme a la violencia. Al leer las noticias, yo tengo muchas reacciones coléricas y violentas en el secreto de mi casa. Cuando me entero de que alguien especula con las materias primas para ganar dinero a costa de provocar cientos de miles de muertos por las hambrunas, concluyo que ese especulador se merece una respuesta violenta. También me resulta difícil negarme a la violencia cuando compruebo que los poderes financieros, dirigidos por personas con nombres y apellidos, acumulan riquezas a costa de condenar a un país al desahucio, la pérdida de su sanidad y su educación pública, el desmantelamiento de su investigación y su cultura, y la ruina de sus pensiones.
Así que, para mantenerme en contra de la violencia, no puedo pensar en la condición del explotador, que a veces se merece un castigo inmediato, sino en la perspectiva de las víctimas. ¿Se merece alguien la degradación de apretar un gatillo?"
miércoles, diciembre 19, 2012
Tiene quince años, hace un mes que no va a clase, hoy lo vi caminando por el arcén con una botella de agua mineral llena de gasolina, yo salía del trabajo pronto, había bruma, a media mañana entra la bruma del mar como un abrazo, los cargueros remontan el río a ciegas haciendo sonar las sirenas como en aquel cuento de Bradbury, la gasolina es verde, supongo que la mezclan con algún colorante igual que al gas le inyectan el aroma del gas para detectar la fuga, con cualquier cosa como ésta podría comenzar una novela si no me vencieran el cansancio y el resto de enemigos.
miércoles, diciembre 12, 2012
Cuando todo termina y ya te hartaste de hablar de economía y de personajes extraviados en ella, ya casi al final, cuando de impaciencia golpeas la mesa con los dedos como un tambor y buscas el abrigo, siempre hay alguien que pregunta: “¿entonces qué?, ¿qué hacemos con esto?” Y se refieren a la Crisis, o a algo así como la Sociedad, y esperan que yo diga una sentencia optimista y reconfortante, un alivio o una tesis. Y entiendes que esa cosa que tenías en la cabeza cuando escribiste Democracia sigue siendo un conjunto cerrado que apenas a ti te sirve, porque si alguien espera que yo diga-piense nada certero ni nada lúcido ni clarificador es que, definitivamente, no entendió la broma. Sólo es retórica hiperabundante. Y chiste. Yo nunca escribo en serio. Y siempre lo hago por inundación.
martes, diciembre 04, 2012
Corrección de redacciones escolares, cita:
"mi superpoder favorito sería la superfuerza sobrehumana que consiste en ser físicamente más poderoso de lo humanamente posible. porque con la superfuerza sobrehumana puedo levantar cosas que nadie ha levantado y poder ser el más fuerte del mundo entero. la utilizaría para ayudar a la gente a levantar cosas, por si alguien se mete en una pelea y por si se derrumba una casa y hay gente sobre los escombros para salvarlo, etc. con este superpoder puedo ser famoso y salir en la televisión y en los periódicos y que tú fueras por la calle y te dijera la gente mira ahí está el superhéroes que tiene una fuerza sobrehumana. yo quisiera ser como hulk, que es un personaje de ficción."
Hermoso universo sin comas ni mayúsculas, donde el fluido de conciencia no es la retórica de ningún idiota con letras sobrantes.
"mi superpoder favorito sería la superfuerza sobrehumana que consiste en ser físicamente más poderoso de lo humanamente posible. porque con la superfuerza sobrehumana puedo levantar cosas que nadie ha levantado y poder ser el más fuerte del mundo entero. la utilizaría para ayudar a la gente a levantar cosas, por si alguien se mete en una pelea y por si se derrumba una casa y hay gente sobre los escombros para salvarlo, etc. con este superpoder puedo ser famoso y salir en la televisión y en los periódicos y que tú fueras por la calle y te dijera la gente mira ahí está el superhéroes que tiene una fuerza sobrehumana. yo quisiera ser como hulk, que es un personaje de ficción."
Hermoso universo sin comas ni mayúsculas, donde el fluido de conciencia no es la retórica de ningún idiota con letras sobrantes.
domingo, diciembre 02, 2012
Conduces cinco horas, ida y vuelta, para hablar de Democracia con treinta personas, eres un
agente comercial, un viajante, eres Willy Loman, cualquiera se preguntaría qué
haces perdiendo el tiempo en una noche tan fría, vuelves de madrugada y en la
carretera sólo hay luces largas y las pelusas de los campos de algodón de Lebrija,
pero tú cumples con tu apostolado, nunca dices no a ninguna biblioteca pública,
a ninguna librería al alcance de un depósito de gasolina, te llaman de la radio
local de cualquier sitio y procuras parecer tan intenso y tan simpático como si
fuera la BBC en emisión intercontinental, no albergas ningún reparo apocalíptico/integrista,
tienes la obligación de ser cortés, de estar dispuesto, vamos a grabar unos
recursos, mira aquí, haz como que buscas un libro en la estantería, pon cada de
serio, te preguntan sobre el dibujo de la cubierta, y de qué va esto, leen un
PDF de la editorial y te dicen cuéntame, cuéntame es el resumen de su
entrevista, y mientras tú hablas ellos piensan en otra cosa, por ejemplo en si
el inminente ERE los dejará en la calle o suspirarán con alivio porque la
patada la recibirá el compañero de pupitre, eres tan comprensivo, tampoco te
leerías la novela que cualquiera de ellos hubiera escrito, quizá no te atreverías
a confesarlo con esa sinceridad de no tuve tiempo para, no te preocupes, ya te
cuento yo lo importante, bromeas, consigues que sonrían un poco, os despedís y
te desean suerte, y tú gracias, lo mismo, ahora vuelves a casa de madrugada, te
sientes miniatura, imaginas un plano aéreo que persiguiera tu coche haciendo
todo el recorrido con un ejemplar de la novela en el asiento del copiloto como
si fuera un maletín con muestras de fieltro, tergal, licra, paño tweed para
unos pantalones elegantes, eres un agente comercial que vuelve a casa pensando
en tan poca ganancia pero diciéndose a sí mismo que así son las cosas, que es
honesto el sacrificio y un punto de derrota, que cómo podrías negarle el saludo
o la atención a quien te lo pide, de qué mundo soberbio, en qué vanidad idiota
estarías subido si contestaras gentilmente por correo diciendo no puedo ir, lo
siento mucho, bastaría con un solo lector, bastaría con una única persona que
se hubiera sentado en su casa, hubiera apagado la televisión, hubiera abierto
el libro y se preguntara y este chico quién es y qué dice, las presentaciones
siempre están llenas de señora de club de lectura, clubbers de edad indefinible y firme vocación de entender cada una
de las palabras de cada página, se enfurecen si no lo consiguen, se quejan, por
qué escribes así de raro, como si fueras un sobrino suyo te felicitan por tu audacia
y se excusan, humildes, diciendo que les queda muy lejos eso que cuentas, cuando
al fin llegas a casa ves la luz encendida, la pequeña tiene fiebre, llora, le
arden las muñecas, todas las cosas se detienen y sólo tiene verdadera
importancia que las décimas bajen de treinta y nueve, la luz permanecerá
encendida hasta que ya sea de día y digas yo me quedo con ella, nos sentaremos
en el sofá, haremos el vago en pijama, cantaremos canciones, completaremos un
puzle, nos enfadaremos un rato, le enseñaré la e y la o.
viernes, noviembre 30, 2012
Hace unos años solía reunirme con un grupo de chicos aficionados a la literatura, eran muy jóvenes, leíamos poemas y relatos, recuerdo que una vez leímos Hombre preso que mira a su hijo, y para que lo entendieran tuve que hablarles de dictadura, de Pinochet, de la triple A, fantasmas muy extraños que ellos recibían, también, como literatura lejana, qué medieval sonaba eso de cárceles, torturas, confesiones, resistencia, Escuela de Mecánica, Garaje Olimpo, se les encendían los ojos, participaban levemente de la épica clandestina, pensaban qué tiempos tan vulgares los nuestros, sin combate, sin represión, sin reuniones secretas.
Lejos de esa planicie, la literatura ahora podrá al fin nutrirse de argumentos, como el indulto a los policías torturadores, el expolio oficial, la emigración, el engaño continuado, este miedo y esta cólera, las ganas de algo suceda, la urgencia jacobina que se derrite enseguida. ¿Cómo era el verso?: “los dioses inventan infortunios para que los poetas…” algo así.
Lee todo en: Hombre preso que mira a su hijo - Poemas de Mario Benedetti http://www.poemas-del-alma.com/mario-benedetti-hombre-preso-que-mira-a-su-hijo.h
Lejos de esa planicie, la literatura ahora podrá al fin nutrirse de argumentos, como el indulto a los policías torturadores, el expolio oficial, la emigración, el engaño continuado, este miedo y esta cólera, las ganas de algo suceda, la urgencia jacobina que se derrite enseguida. ¿Cómo era el verso?: “los dioses inventan infortunios para que los poetas…” algo así.
vos me enseñaron los viejos
y también las maestras bondadosas y miopes
que libertad o muerte era una redundancia
a quien se le ocurría en un país
donde los presidentes andaban sin capangas.
Que la patria o la tumba era otro pleonasmo
ya que la patria funcionaba bien
en las canchas y en los pastoreos.
Realmente no sabían un corno
pobrecitos creían que libertad
era tan solo una palabra aguda
que muerte era tan solo grave o llana
y cárceles por suerte una palabra esdrújula.
Olvidaban poner el acento en el hombre.
La culpa no era exactamente de ellos
sino de otros más duros y siniestros
y estos sí
cómo nos ensartaron
en la limpia república verbal
cómo idealizaron
la vidurria de vacas y estancieros
y cómo nos vendieron un ejército
que tomaba su mate en los cuarteles.
Uno no siempre hace lo que quiere
uno no siempre puede
por eso estoy aquí
mirándote y echándote
de menos.
Por eso es que no puedo despeinarte el jopo
ni ayudarte con la tabla del nueve
ni acribillarte a pelotazos.
Vos ya sabés que tuve que elegir otros juegos
y que los jugué en serio.
Y jugué por ejemplo a los ladrones
y los ladrones eran policías.
Y jugué por ejemplo a la escondida
y si te descubrían te mataban
y jugué a la mancha
y era de sangre.
Botija aunque tengas pocos años
creo que hay que decirte la verdad
para que no la olvides.
Por eso no te oculto que me dieron picana
que casi me revientan los riñones
todas estas llagas, hinchazones y heridas
que tus ojos redondos
miran hipnotizados
son durísimos golpes
son botas en la cara
demasiado dolor para que te lo oculte
demasiado suplicio para que se me borre.
Pero también es bueno que conozcas
que tu viejo calló
o puteó como un loco
que es una linda forma de callar.
Que tu viejo olvidó todos los números
(por eso no podría ayudarte en las tablas)
y por lo tanto todos los teléfonos.
Y las calles y el color de los ojos
y los cabellos y las cicatrices
y en qué esquina
en qué bar
qué parada
qué casa.
Y acordarse de vos
de tu carita
lo ayudaba a callar.
Una cosa es morirse de dolor
y otra cosa es morirse de vergüenza.
Por eso ahora
me podés preguntar
y sobre todo
puedo yo responder.
Uno no siempre hace lo que quiere
pero tiene el derecho de no hacer
lo que no quiere.
Llora nomás botija
son macanas
que los hombres no lloran
aquí lloramos todos.
Gritamos, berreamos, moqueamos, chillamos, maldecimos
porque es mejor llorar que traicionar
porque es mejor llorar que traicionarse.
Llorá
pero no olvides.
y también las maestras bondadosas y miopes
que libertad o muerte era una redundancia
a quien se le ocurría en un país
donde los presidentes andaban sin capangas.
Que la patria o la tumba era otro pleonasmo
ya que la patria funcionaba bien
en las canchas y en los pastoreos.
Realmente no sabían un corno
pobrecitos creían que libertad
era tan solo una palabra aguda
que muerte era tan solo grave o llana
y cárceles por suerte una palabra esdrújula.
Olvidaban poner el acento en el hombre.
La culpa no era exactamente de ellos
sino de otros más duros y siniestros
y estos sí
cómo nos ensartaron
en la limpia república verbal
cómo idealizaron
la vidurria de vacas y estancieros
y cómo nos vendieron un ejército
que tomaba su mate en los cuarteles.
Uno no siempre hace lo que quiere
uno no siempre puede
por eso estoy aquí
mirándote y echándote
de menos.
Por eso es que no puedo despeinarte el jopo
ni ayudarte con la tabla del nueve
ni acribillarte a pelotazos.
Vos ya sabés que tuve que elegir otros juegos
y que los jugué en serio.
Y jugué por ejemplo a los ladrones
y los ladrones eran policías.
Y jugué por ejemplo a la escondida
y si te descubrían te mataban
y jugué a la mancha
y era de sangre.
Botija aunque tengas pocos años
creo que hay que decirte la verdad
para que no la olvides.
Por eso no te oculto que me dieron picana
que casi me revientan los riñones
todas estas llagas, hinchazones y heridas
que tus ojos redondos
miran hipnotizados
son durísimos golpes
son botas en la cara
demasiado dolor para que te lo oculte
demasiado suplicio para que se me borre.
Pero también es bueno que conozcas
que tu viejo calló
o puteó como un loco
que es una linda forma de callar.
Que tu viejo olvidó todos los números
(por eso no podría ayudarte en las tablas)
y por lo tanto todos los teléfonos.
Y las calles y el color de los ojos
y los cabellos y las cicatrices
y en qué esquina
en qué bar
qué parada
qué casa.
Y acordarse de vos
de tu carita
lo ayudaba a callar.
Una cosa es morirse de dolor
y otra cosa es morirse de vergüenza.
Por eso ahora
me podés preguntar
y sobre todo
puedo yo responder.
Uno no siempre hace lo que quiere
pero tiene el derecho de no hacer
lo que no quiere.
Llora nomás botija
son macanas
que los hombres no lloran
aquí lloramos todos.
Gritamos, berreamos, moqueamos, chillamos, maldecimos
porque es mejor llorar que traicionar
porque es mejor llorar que traicionarse.
Llorá
pero no olvides.
Lee todo en: Hombre preso que mira a su hijo - Poemas de Mario Benedetti http://www.poemas-del-alma.com/mario-benedetti-hombre-preso-que-mira-a-su-hijo.h
lunes, noviembre 26, 2012
Era en Trópico de Cáncer, hubo un tiempo en el que me sabía la cita de memoria, ahora sólo recuerdo algo así: “Permanecería quieto como Atlas, los pies sobre el lomo de un elefante y el elefante sobre el lomo de una tortuga; preguntarse sobre qué descansaba la tortuga sería perder el juicio.”
No encuentro la frase exacta. Miller hablaba de la inestabilidad, el equilibrio de cargar con 240 páginas sobre tus hombros y cruzar las cataratas del Niágara sobre un cable de funambulista. Una novela como una sima. Bien por el poema preciso y el relato de orfebrería, bonitas piezas de artesano, si la figurilla se resquebraja no pasa nada; la novela, en cambio, es corazón abierto, espejo de lupa.
Vigilo mi soberbia. Después del cinismo, la soberbia es el segundo enemigo temido. Hablo de mí y dejo que otros hablen de mí durante demasiado tiempo. El jueves vinieron todos, me enternecieron, nos abrazamos, ¿cuántos fuimos?, no había sillas, ¿cuántos libros?, preguntaban, me tomaban como excusa para decir lo que no dicen en casa salvo delante del telediario, como Cloe, Democracia fue el centro de reunión, no conocían a Marco ni a Soros ni falta que les hacía, yo les hablé de ellos y ellos se los llevaron a casa buscando una tesis o una certeza que no encontrarán, no me enteré de mucho, necesito leerla otra vez (dirán) y yo pensaré que si necesitas leer una página dos veces es un problema de la página y no de tu lectura.
Pensé: todo resulta demasiado complicado, demasiadas cosas dentro de las 240, ¿no es el error del principiante, epatar por abundancia, inundar las cosas de referencias y otros escudos contra la fragilidad de tu discurso? Buscando erratas para la reimpresión, volví a las 240, ya con la sospecha de ver en el espejo de lupa a un novato escribiendo lo mismo de siempre. Vigilo mi soberbia, en serio, pero de nuevo Henry Miller:
“Supongo que era el peor libro que jamás haya escrito un hombre. Era un volumen colosal y defectuoso del principio al fin. Pero era mi primer libro y estaba enamorado de él. Si hubiera tenido dinero, como Gide, lo habría publicado a mis expensas. Si hubiese tenido tanto valor como Whitman, habría ido vendiéndolo de puerta en puerta. Todas las personas a las que se lo enseñé dijeron que era espantoso. Me recomendaron que renunciara a la idea de escribir. Tenía que aprender, como Balzac, que hay que escribir volúmenes antes de firmar con el propio nombre. Tenía que aprender, y no tardé en hacerlo, que hay que abandonar todo y no hacer otra cosa que escribir, que tienes que escribir y escribir y escribir, aun cuando todo el mundo te aconseje lo contrario, aun cuando nadie crea en ti. Quizá lo hagas precisamente porque nadie cree en ti. […] Hoy, cuando pienso en las circunstancias en las que escribí el libro, cuando pienso en la abrumadora cantidad de material a que intenté dar forma, cuando pienso en lo que intenté realizar, me doy palmaditas en la espalda, me pongo un diez.”
Cada libro es el primer libro, cada página es la de un principiante.
No encuentro la frase exacta. Miller hablaba de la inestabilidad, el equilibrio de cargar con 240 páginas sobre tus hombros y cruzar las cataratas del Niágara sobre un cable de funambulista. Una novela como una sima. Bien por el poema preciso y el relato de orfebrería, bonitas piezas de artesano, si la figurilla se resquebraja no pasa nada; la novela, en cambio, es corazón abierto, espejo de lupa.
Vigilo mi soberbia. Después del cinismo, la soberbia es el segundo enemigo temido. Hablo de mí y dejo que otros hablen de mí durante demasiado tiempo. El jueves vinieron todos, me enternecieron, nos abrazamos, ¿cuántos fuimos?, no había sillas, ¿cuántos libros?, preguntaban, me tomaban como excusa para decir lo que no dicen en casa salvo delante del telediario, como Cloe, Democracia fue el centro de reunión, no conocían a Marco ni a Soros ni falta que les hacía, yo les hablé de ellos y ellos se los llevaron a casa buscando una tesis o una certeza que no encontrarán, no me enteré de mucho, necesito leerla otra vez (dirán) y yo pensaré que si necesitas leer una página dos veces es un problema de la página y no de tu lectura.
Pensé: todo resulta demasiado complicado, demasiadas cosas dentro de las 240, ¿no es el error del principiante, epatar por abundancia, inundar las cosas de referencias y otros escudos contra la fragilidad de tu discurso? Buscando erratas para la reimpresión, volví a las 240, ya con la sospecha de ver en el espejo de lupa a un novato escribiendo lo mismo de siempre. Vigilo mi soberbia, en serio, pero de nuevo Henry Miller:
“Supongo que era el peor libro que jamás haya escrito un hombre. Era un volumen colosal y defectuoso del principio al fin. Pero era mi primer libro y estaba enamorado de él. Si hubiera tenido dinero, como Gide, lo habría publicado a mis expensas. Si hubiese tenido tanto valor como Whitman, habría ido vendiéndolo de puerta en puerta. Todas las personas a las que se lo enseñé dijeron que era espantoso. Me recomendaron que renunciara a la idea de escribir. Tenía que aprender, como Balzac, que hay que escribir volúmenes antes de firmar con el propio nombre. Tenía que aprender, y no tardé en hacerlo, que hay que abandonar todo y no hacer otra cosa que escribir, que tienes que escribir y escribir y escribir, aun cuando todo el mundo te aconseje lo contrario, aun cuando nadie crea en ti. Quizá lo hagas precisamente porque nadie cree en ti. […] Hoy, cuando pienso en las circunstancias en las que escribí el libro, cuando pienso en la abrumadora cantidad de material a que intenté dar forma, cuando pienso en lo que intenté realizar, me doy palmaditas en la espalda, me pongo un diez.”
Cada libro es el primer libro, cada página es la de un principiante.
lunes, noviembre 19, 2012
Después de explicar/justificar la novela durante semanas y de
recibir a cambio el rostro huraño de lectores que buscaban el entusiasmo
delicuescente de Lecu y Magui (II vol.), alcanzo dos conclusiones: 1) que la
novela no se entiende; 2) que todo lo yo veía tan claro y tan consecuente y cómico es una filfa para mi solo gusto y disfrute, como una comida de domingo; igual que el punto y
coma, o bien sobra el aparatejo formal (me dicen), o bien lo que sobra es lo
que se dice, si es que se dice algo; es decir, que bien por el punto o bien por
la coma, pero no las dos cosas juntas, imbécil. Ay mísero de mí, ay infelice.
viernes, noviembre 16, 2012
lunes, noviembre 12, 2012
Inédito: Kareem Abdul Jabbar, la Nación del Islam, Wilt Chamberlain y Bruce Lee, todo junto.
Un relato.
Un relato.
domingo, noviembre 11, 2012
En la Sexta, Dedocracia; en Página 2, Democracia: homonimia resistente que a Marco, en su mundo de acrílicos, le importaría bien poco. Marco, muchacho desideologizado, el chico que cumplió todas las órdenes, todo lo pactado en el convenio entre el ciudadano y el cosmos.
viernes, noviembre 09, 2012
No me resisto a copiar este chiste/anécdota de Diego Vaya:
Fui a una librería rural y pregunté si tenían Democracia. El vendedor me respondió: "Depende, cada cuatro años a lo mejor...". Salí abatido y sin tu libro.
Fui a una librería rural y pregunté si tenían Democracia. El vendedor me respondió: "Depende, cada cuatro años a lo mejor...". Salí abatido y sin tu libro.
domingo, noviembre 04, 2012
Y tampoco aplaude el folio. Ni el cuaderno. Ni el personaje. Es una soledad rara, casi intelectual. Por eso evito el pensamiento de hacia dónde, aunque no signifique escribir para uno ni para vos, silencio. En cierto sentido, de un modo que no sabría explicar, todo esto tiene que ver con la honestidad.
(pescado acá a instancias del auch de Senabre)
martes, octubre 30, 2012
EL MINISTRO
Max , todos los meses te llevarán el haber a tu casa. ¡Ahora, adiós! ¡Dame un abrazo!
MAX
Toma un dedo y no te enternezcas.
EL MINISTRO
¡Adiós, Genio y Desorden!
MAX.
Conste que he venido a pedir un desagravio para mi dignidad, y un castigo para unos canallas. Conste que no alcanzo ninguna de las dos cosas y que me das dinero y que lo acepto porque soy un canalla. No me estaba permitido irme del mundo sin haber tocado alguna vez el fondo de los Reptiles.
Luces de bohemia para bachillEREs.
viernes, octubre 26, 2012
martes, octubre 23, 2012
Las fajas promocionales de los libros parecen ceñidores de mariscal de campo, como el fajín de Queipo apretando los alambres de una virgen de juevesanto. Llenas de esdrújulos y exageraciones, las fajas promocionales ciegan la cubierta, atraviesan el libro como un cortafuegos, todas dicen lo mismo sobre cualquier cosa, temerosas de la obsolescencia programada de las novedades en las librerías, las fajas antiestrés son desesperaciones de editor y rubor del editado, mejor si taparan el nombre del autor en lugar de la ilustración de la portada, este nombre municipal, y jugáramos todos a las tinieblas.
domingo, octubre 21, 2012
El error: abro el libro y hurgo sabiendo que no debería hacerlo. En la página 9, primera secuencia, primer párrafo, veo un punto que necesariamente debería ser una coma. En la 10 se imprime "late" dos veces en el mismo párrafo. Página 14: imposible arranque de secuencia. "Hiciera" y "hacía" en dos líneas contiguas, pág. 107 dos veces "botas", pág. 160 "derivados" y "derivarlo", ¿por qué Economía con mayúsculas?, ¿por qué Bachillerato?, sobra un párrafo en 116, todo resulta tan confuso, ¿hay doscientos personajes aquí?, pobrecito Marco perdido en este arrabal, su historia ya es un objeto, ya sólido prisma pegado, recosido, guillotinado, y yo un estudiante que se resiste a entregar el examen, sólo cinco minutos más, por favor, y emborrona y estropea el último folio y al salir, en el pasillo, invariablemente dice qué desastre.
En cambio: el mensajero deposita la caja precintada, sacas los libros, te parecen hermosos, tan iguales y recientes, te felicitas, abres una botella para celebrarlo, los guardas en un armario, fin; así funciona.
En cambio: el mensajero deposita la caja precintada, sacas los libros, te parecen hermosos, tan iguales y recientes, te felicitas, abres una botella para celebrarlo, los guardas en un armario, fin; así funciona.
martes, octubre 16, 2012
Durante un tiempo manejamos esta otra cubierta, pero a todos nos parecía demasiado intelectual para (¿no lo dije?) una comedia. Coincidimos, sin embargo, en que Democracia era la palabra más cómica del siglo XXI. Nuestro profesor de etimología se desternillaba sobre el escritorio de madera de haya, tan calvo y tan sonriente. En la editorial dijeron no problem, confiando en que nadie nos tomaría en serio y aliviados, también, de que no se nos ocurrieran otros títulos más íntimos como Independencia, Secesión o Estado Propio, porque la risa, ya se sabe, a veces dispara contra el estómago como un obús de jalapeños.
domingo, octubre 14, 2012
El temporal trajo una tortuga del tamaño de un niño pequeño. Como el albatros del poema, ya sólo era carne y moscas y asombro de quienes pasean por la playa, luminoso domingo, viento noreste. Vendría de dónde. Del Coto, de muy lejos, del refugio de aquel barco que no llegó, la leyenda dice, con su cargamento de arroz guerracivilesco. Las moscas no la habían devorado aún, el cadáver era gris como un frame b/n, el pico la tortuga apuntaba hacia Bonanza. Como los demás, nosotros también nos detenemos, miramos la tortuga, decimos es gigante, pobre tortuga, y continuamos la marcha. Pero al volver, apenas media hora después, vemos que la tortuga ya apunta hacia Montijo, quién, qué manos cogieron el caparazón, espantaron las moscas, lo hicieron girar justo hacia el lado contrario, quién no temía una infección, quién se pringó con los cartílagos, por qué lo hizo, qué curiosidad de enterrador.
Después, en el periódico leo un artículo de Vicent que, si lo hubiera publicado hace dos años, habría hecho que yo mandara al cuerno la novela y la Democracia, porque con tan poco gasto dice lo mismo que yo no sé decir sin inventarme un Marco, una Julia, un Soros, una Martita Flor de Autopista, un joven director general, una terapeuta, una presentadora, unos tristes anarquistas de botellas de Skol, y el resto. Ahora pienso que Marco, probablemente, habría sido uno de los que, al pasar, se arrodillan, se lamentan, dibujan un esbozo en un cuaderno y le dan la vuelta a la tortuga para evitarle, al menos, el sol del mediodía en los ojos ya casi sorbidos.
Después, en el periódico leo un artículo de Vicent que, si lo hubiera publicado hace dos años, habría hecho que yo mandara al cuerno la novela y la Democracia, porque con tan poco gasto dice lo mismo que yo no sé decir sin inventarme un Marco, una Julia, un Soros, una Martita Flor de Autopista, un joven director general, una terapeuta, una presentadora, unos tristes anarquistas de botellas de Skol, y el resto. Ahora pienso que Marco, probablemente, habría sido uno de los que, al pasar, se arrodillan, se lamentan, dibujan un esbozo en un cuaderno y le dan la vuelta a la tortuga para evitarle, al menos, el sol del mediodía en los ojos ya casi sorbidos.
lunes, octubre 08, 2012
sábado, octubre 06, 2012
Cosmopoética 9, Córdoba.
Carmen Garrido cuenta cosas tristísimas sobre la poeta Concha Méndez, a quien apenas logra describir como la mujer/esposa de Altolaguirre para que todos sepamos quién es. Visibilidad y programas curriculares.
Constatación: los haikus de hoy son las misma mierda de siempre. Quiero decir
los haikus
las mismísima mierda
y fraude son
Constatación, me lo decían y lo confirmo en la sala noble de las conferencias: la gente importante no lee, no confesará jamás que lee ninguna cosa, jamás una novela, jamás una novedad literaria, porque la gente importante apenas relee, e incluso eso lo hacen con desprecio. Releer a Borges, a Hesíodo, a Machado, releer como quien pesca una cita para encabezar ese artículo, ese prólogo de la novela que ya nadie te reclama.
Auden citado por Benjamín Prado en Siete maneras de decir manzana: "Nada peor que un mal poema cuya intención era ser grande".
Llamazares: "La poesía es un género de juventud, se escribe pensando que se pueden decir grandes cosas, la verdad a tumba abierta." Es triste, después, ver al hombre adulto fingiéndose joven, con camisetas o chistes, hostigando azafatas de congreso.
Curioso: es muy parecida la manera de que tienen los poetas de hablar de editoriales y la manera que tienen los surfistas de hablar de foam, flex y glaseado.
Panero se me apareció en la mesa. Al verlo pasar como un cometa, alguno se compadece y otros sonríen. Creo que la bondad y la maldad del corazón humano se reparten entre esa compasión y esas sonrisas; pero no sé qué proporción.
Constatación: casi nadie sabe explicar nada porque, al parecer, la poesía proviene de la inspiración de los dioses. Los novelistas deberían afiliarse a las mismas deidades y abandonar la documentación, las entrevistas previas, los esquemas.
En la maleza, cuando alguien lee un poema-fruto todo resplandece. Por ejemplo, Juana de Castro.
Sara Mesa habla de Theo Jansen:
Un poeta argentino se enfada muchísimo y dice que si esto es la poesía española, uf.
Prometo que no soy ese escritor argentino.
El mismo dice:
"Los narradores que no leen poesía son analfabetos."
"Espanta pensar que en la memoria los muertos sobreviven apenas una generación o dos."
Oído en una mesa reivindicativa: "¿Es que no hay mujeres que escriban bien? ¿Ni siquiera hoy?" Y nadie supo si la antóloga afirmaba o negaba alguna cosa mediante esas preguntas retóricas desconcertantes y sexistas.
Carmen Garrido cuenta cosas tristísimas sobre la poeta Concha Méndez, a quien apenas logra describir como la mujer/esposa de Altolaguirre para que todos sepamos quién es. Visibilidad y programas curriculares.
Constatación: los haikus de hoy son las misma mierda de siempre. Quiero decir
los haikus
las mismísima mierda
y fraude son
Constatación, me lo decían y lo confirmo en la sala noble de las conferencias: la gente importante no lee, no confesará jamás que lee ninguna cosa, jamás una novela, jamás una novedad literaria, porque la gente importante apenas relee, e incluso eso lo hacen con desprecio. Releer a Borges, a Hesíodo, a Machado, releer como quien pesca una cita para encabezar ese artículo, ese prólogo de la novela que ya nadie te reclama.
Auden citado por Benjamín Prado en Siete maneras de decir manzana: "Nada peor que un mal poema cuya intención era ser grande".
Llamazares: "La poesía es un género de juventud, se escribe pensando que se pueden decir grandes cosas, la verdad a tumba abierta." Es triste, después, ver al hombre adulto fingiéndose joven, con camisetas o chistes, hostigando azafatas de congreso.
Curioso: es muy parecida la manera de que tienen los poetas de hablar de editoriales y la manera que tienen los surfistas de hablar de foam, flex y glaseado.
Panero se me apareció en la mesa. Al verlo pasar como un cometa, alguno se compadece y otros sonríen. Creo que la bondad y la maldad del corazón humano se reparten entre esa compasión y esas sonrisas; pero no sé qué proporción.
Constatación: casi nadie sabe explicar nada porque, al parecer, la poesía proviene de la inspiración de los dioses. Los novelistas deberían afiliarse a las mismas deidades y abandonar la documentación, las entrevistas previas, los esquemas.
En la maleza, cuando alguien lee un poema-fruto todo resplandece. Por ejemplo, Juana de Castro.
Sara Mesa habla de Theo Jansen:
Un poeta argentino se enfada muchísimo y dice que si esto es la poesía española, uf.
Prometo que no soy ese escritor argentino.
El mismo dice:
"Los narradores que no leen poesía son analfabetos."
"Espanta pensar que en la memoria los muertos sobreviven apenas una generación o dos."
Oído en una mesa reivindicativa: "¿Es que no hay mujeres que escriban bien? ¿Ni siquiera hoy?" Y nadie supo si la antóloga afirmaba o negaba alguna cosa mediante esas preguntas retóricas desconcertantes y sexistas.
miércoles, octubre 03, 2012
miércoles, septiembre 26, 2012
Sólo Cospedal lo entendió, cráneo privilegiado: era un golpe de Estado, se trataba de que lo fuera. Pero sin orugas ni abalorios militares el efecto queda muy deslucido. Pero qué miedo instantáneo, ¿eh?, os habéis tenido que proteger con todos esos robocops con barriga, e incluso os habéis sentido encerrados durante casi media hora, rotundo éxito. Y ahora, mientras os descalzáis en el recibidor de casa y decís vaya nochecita, hay una parte de vosotros que se pregunta si será verdad eso de no va a pasar nada.
Aviso: cualquier día me enfurruño, me siento un rato y escribo una novela de título grandilocuente sobre toda esta mierda. Ah, cuidado.
Miguel Brieva, thanks.
Aviso: cualquier día me enfurruño, me siento un rato y escribo una novela de título grandilocuente sobre toda esta mierda. Ah, cuidado.
Miguel Brieva, thanks.
lunes, septiembre 17, 2012
Soy implacable, escribo para derrotarlos, ellos huyen de mí, no es la primera vez que pasa, a las 12.10 pm yo hago uhhh y a las 14.30 pm ellos se escabullen con sus nietos y su marqués del bracete por la calle Pez. Qué bárbaro, qué certero.
martes, septiembre 04, 2012
Para escribir una novela hace falta un
motivo. Y no quiero decir causa, razón ni
propósito, sino motivo en el sentido de una labor de
costura. Flores, mariposas, perritos, iniciales para las toallas:
hay miles de webs cargadas de motivos que se ofrecen gratis sin necesidad de incurrir en la
usurpación porque nadie considera que el dibujito con el que se
adorna un paño de cocina pueda tener patente ni derechos
devengados.
Si no es demasiado torpe, el novelista copiará la estructura de cualquier novela del canon o fingirá un ritmo cinematográfico. Si carece de estilo, escribirá frases muy cortas con apenas dos deslices de lirismo al final de cada capítulo, vigilando los excesos léxicos que pudieran desconcertar a un bachiller.
No sucederá, pero si alguien se lo pregunta, el novelista asegurará que la madurez literaria se adquiere cuando la palabra se desprende de cuanto le sobra, que el adorno no hace sino entontecer el argumento y que, en definitiva, el adjetivo mata. Con tanto aplomo defenderá estas cosas que el propio novelista acabará creyendo en ellas, y qué descanso entonces comenzar a escribir sin sentirse juzgado en cada párrafo, sin sentirse simple sino sencillo, directo, norteamericano.
Así, el novelista habrá superado las zanjas de la estructura y el estilo, y se enfrentará a lo que considera las bases verdaderas de su faena: los personajes y el argumento.
Antes de albergar ninguna idea acerca del argumento, el novelista confía en su sagacidad para construir buenos personajes, se siente fuerte en este campo porque es la parte más agradecida de su trabajo, los personajes se crean solos, basta con imaginar edad, situación, sexo, economía, disponer el especimen sobre un tablero y dejar que se mueva sin intervenir demasiado.
El argumento, sin embargo, hace que se retuerza en la cama. Si espera vender mucho, el novelista sabe que la trama es el verdadero factor del éxito, la única posibilidad de que a una productora le interese adquirir los derechos y hacer una película, y entonces fin a la hipoteca, fin a las navidades en casa, fin a escribir novelas; si no sueña con esas cosas y le basta con escribir una novela de autor, no puede olvidar que la diferencia entre un lujo literario y una buena novela sigue siendo, al fin, el argumento.
Por eso dispone sobre su mesa las hojas con esquemas, distribuye distintos golpes de efecto, siente la tentación de introducir crímenes y agentes de policía porque de un modo bastante primitivo el novelista sigue pensando que a los lectores sólo los mantiene despiertos la novela negra.
Zigzagueando entre todos estos inconvenientes, el novelista habrá llegado al final, habrá corregido el texto primero, se lo habrá ofrecido a la persona que duerme a su lado o a un amigo de quien espera la justa ración de hipocresía, y entonces se enfrentará a la terrible, cruel pregunta que no llegó a plantearse durante todos esos meses/años; una pregunta tan ingenua lanzada justo en el instante en el que extiende los folios y los ofrece con cierto desdén, como diciendo no confío mucho en tu criterio pero venga.
-¿Y de qué va esto? -preguntan su pareja, su amigo, su editor.
El novelista comprenderá demasiado tarde, con doscientas cincuenta páginas a sus espaldas, por qué una novela, antes de ninguna otra cosa, necesita un motivo.
Si no es demasiado torpe, el novelista copiará la estructura de cualquier novela del canon o fingirá un ritmo cinematográfico. Si carece de estilo, escribirá frases muy cortas con apenas dos deslices de lirismo al final de cada capítulo, vigilando los excesos léxicos que pudieran desconcertar a un bachiller.
No sucederá, pero si alguien se lo pregunta, el novelista asegurará que la madurez literaria se adquiere cuando la palabra se desprende de cuanto le sobra, que el adorno no hace sino entontecer el argumento y que, en definitiva, el adjetivo mata. Con tanto aplomo defenderá estas cosas que el propio novelista acabará creyendo en ellas, y qué descanso entonces comenzar a escribir sin sentirse juzgado en cada párrafo, sin sentirse simple sino sencillo, directo, norteamericano.
Así, el novelista habrá superado las zanjas de la estructura y el estilo, y se enfrentará a lo que considera las bases verdaderas de su faena: los personajes y el argumento.
Antes de albergar ninguna idea acerca del argumento, el novelista confía en su sagacidad para construir buenos personajes, se siente fuerte en este campo porque es la parte más agradecida de su trabajo, los personajes se crean solos, basta con imaginar edad, situación, sexo, economía, disponer el especimen sobre un tablero y dejar que se mueva sin intervenir demasiado.
El argumento, sin embargo, hace que se retuerza en la cama. Si espera vender mucho, el novelista sabe que la trama es el verdadero factor del éxito, la única posibilidad de que a una productora le interese adquirir los derechos y hacer una película, y entonces fin a la hipoteca, fin a las navidades en casa, fin a escribir novelas; si no sueña con esas cosas y le basta con escribir una novela de autor, no puede olvidar que la diferencia entre un lujo literario y una buena novela sigue siendo, al fin, el argumento.
Por eso dispone sobre su mesa las hojas con esquemas, distribuye distintos golpes de efecto, siente la tentación de introducir crímenes y agentes de policía porque de un modo bastante primitivo el novelista sigue pensando que a los lectores sólo los mantiene despiertos la novela negra.
Zigzagueando entre todos estos inconvenientes, el novelista habrá llegado al final, habrá corregido el texto primero, se lo habrá ofrecido a la persona que duerme a su lado o a un amigo de quien espera la justa ración de hipocresía, y entonces se enfrentará a la terrible, cruel pregunta que no llegó a plantearse durante todos esos meses/años; una pregunta tan ingenua lanzada justo en el instante en el que extiende los folios y los ofrece con cierto desdén, como diciendo no confío mucho en tu criterio pero venga.
-¿Y de qué va esto? -preguntan su pareja, su amigo, su editor.
El novelista comprenderá demasiado tarde, con doscientas cincuenta páginas a sus espaldas, por qué una novela, antes de ninguna otra cosa, necesita un motivo.
lunes, agosto 13, 2012
viernes, agosto 03, 2012
jueves, agosto 02, 2012
Mujeres hermosas que vi por la calle
cuando podía caminar:
Yo transportaba espermatozoides sanos; vosotras, óvulos fértiles. Sabed que al esquivar mi mirada estabais cometiendo un aborto preventivo contrario a los deseos de los dioses, y que cuando seáis viejas y feas y la muerte os alcance desfilarán delante de vuestros ojos todos los bebés nonatos que no quisisteis concebir conmigo.
Yo transportaba espermatozoides sanos; vosotras, óvulos fértiles. Sabed que al esquivar mi mirada estabais cometiendo un aborto preventivo contrario a los deseos de los dioses, y que cuando seáis viejas y feas y la muerte os alcance desfilarán delante de vuestros ojos todos los bebés nonatos que no quisisteis concebir conmigo.
miércoles, agosto 01, 2012
Aníbal Malvar:
"Unas hermanitas franciscanas de la congregación granadina del Buen Consejo –que se lo habrá dado Rodrigo Rato-, recibían comida del Banco de Alimentos de la Beneficencia y la servían como menú en la residencia universitaria femenina Madre Teresa Rodón. O sea, que la comida que tenían que repartir entre los pobres estas monjitas, se la vendían de almuerzo, y cara, a unas niñas ricas. Cuando estas deliciosas niñas, que pagan más de 600 euros mensuales por dormir y comer en las monjitas, o sea, que niñas bien, se enteraron de que se estaban comiendo la comida de los pobres, se les cayeron todos los brackets en la sopa, no se sabe si por asquito de comer lo de los pobres o por solidaridad con los pobres. Las niñas pijas son muy suyas.
La jerarquía eclesiástica, con Rouco Varela a la cabeza, condenó enérgica e inmediatamente este atentado monjil de contaminación de nuestras niñas bien con comida de desecho (para los pobres), como habrán ustedes ya leído en las combativas portadas de ABC y de La Razón. Y, como de todos es sabido, Esperanza Aguirre ha autorizado una multitudinaria manifestación en Madrid que pronto convocará el Foro de la Familia, que se ha arruinado en brackets. Pero el pecado de las monjitas fue venial, pues ninguna de las niñas sufrió, aparte de humillación a su aparato digestivo, fallecimiento o aborto, como hubiera sido esperable.
Mejorando lo presente y lo abortable, que es difícil, el más hermoso pecado venial de esta media semana lo ha vuelto a cometer el picarín de Alberto Ruiz Gallardón, el bolchevista del PP, siempre escondido en los lavabos. Superando el disimulo de los reyes, la calumnia cubana de los medios y la hipocresía monjil, el justiciero ministro ha puesto en su sitio a la memoria histórica renovando su marquesado al nieto del general Queipo de Llano, famoso por alentar a las tropas franquistas, desde Radio Sevilla, a violar indiscriminadamente a mujeres, niñas y cabras republicanas.
Corto y pego: “Nuestros valientes legionarios y regulares han enseñado a los cobardes de los rojos lo que significa ser hombre. Y, de paso, también a sus mujeres. Después de todo, estas comunistas y anarquistas se lo merecen. ¿No han estado jugando al amor libre? Ahora, por lo menos, sabrán lo que son hombres de verdad y no milicianos maricas. No se van a librar por mucho que forcejeen o pataleen“, emitió por dicha radio tan meritorio general el 23 de julio de 1936. Y por estos prudentes consejos radiofónicos, entre otros méritos, Franco le otorgó a Queipo el marquesado que ahora se renueva.
Al haber sido por la radio, extráñame que no se haya distinguido al nieto del inimitable Queipo con el Príncipe de Asturias de la Comunicación, pues el mensaje es claro, brillantemente redactado y más que periodístico. Y un marquesado, hoy, luce poco. Además, el mensaje de Queipo ha sobrevivido a los avatares del tiempo y permanece muy actual. Aun hoy, por mucho que forcejeemos o pataleemos contra esas violaciones, nos la siguen metiendo igual. Los nietos de los mismos."
Público, 1 de agosto de 2012
Nazarenos de la Hermandad de San Gonzalo, fundada en 1942 en honor de Gonzalo Queipo de Llano. Procesiona de luto blanco.
"Unas hermanitas franciscanas de la congregación granadina del Buen Consejo –que se lo habrá dado Rodrigo Rato-, recibían comida del Banco de Alimentos de la Beneficencia y la servían como menú en la residencia universitaria femenina Madre Teresa Rodón. O sea, que la comida que tenían que repartir entre los pobres estas monjitas, se la vendían de almuerzo, y cara, a unas niñas ricas. Cuando estas deliciosas niñas, que pagan más de 600 euros mensuales por dormir y comer en las monjitas, o sea, que niñas bien, se enteraron de que se estaban comiendo la comida de los pobres, se les cayeron todos los brackets en la sopa, no se sabe si por asquito de comer lo de los pobres o por solidaridad con los pobres. Las niñas pijas son muy suyas.
La jerarquía eclesiástica, con Rouco Varela a la cabeza, condenó enérgica e inmediatamente este atentado monjil de contaminación de nuestras niñas bien con comida de desecho (para los pobres), como habrán ustedes ya leído en las combativas portadas de ABC y de La Razón. Y, como de todos es sabido, Esperanza Aguirre ha autorizado una multitudinaria manifestación en Madrid que pronto convocará el Foro de la Familia, que se ha arruinado en brackets. Pero el pecado de las monjitas fue venial, pues ninguna de las niñas sufrió, aparte de humillación a su aparato digestivo, fallecimiento o aborto, como hubiera sido esperable.
Mejorando lo presente y lo abortable, que es difícil, el más hermoso pecado venial de esta media semana lo ha vuelto a cometer el picarín de Alberto Ruiz Gallardón, el bolchevista del PP, siempre escondido en los lavabos. Superando el disimulo de los reyes, la calumnia cubana de los medios y la hipocresía monjil, el justiciero ministro ha puesto en su sitio a la memoria histórica renovando su marquesado al nieto del general Queipo de Llano, famoso por alentar a las tropas franquistas, desde Radio Sevilla, a violar indiscriminadamente a mujeres, niñas y cabras republicanas.
Corto y pego: “Nuestros valientes legionarios y regulares han enseñado a los cobardes de los rojos lo que significa ser hombre. Y, de paso, también a sus mujeres. Después de todo, estas comunistas y anarquistas se lo merecen. ¿No han estado jugando al amor libre? Ahora, por lo menos, sabrán lo que son hombres de verdad y no milicianos maricas. No se van a librar por mucho que forcejeen o pataleen“, emitió por dicha radio tan meritorio general el 23 de julio de 1936. Y por estos prudentes consejos radiofónicos, entre otros méritos, Franco le otorgó a Queipo el marquesado que ahora se renueva.
Al haber sido por la radio, extráñame que no se haya distinguido al nieto del inimitable Queipo con el Príncipe de Asturias de la Comunicación, pues el mensaje es claro, brillantemente redactado y más que periodístico. Y un marquesado, hoy, luce poco. Además, el mensaje de Queipo ha sobrevivido a los avatares del tiempo y permanece muy actual. Aun hoy, por mucho que forcejeemos o pataleemos contra esas violaciones, nos la siguen metiendo igual. Los nietos de los mismos."
Público, 1 de agosto de 2012
Nazarenos de la Hermandad de San Gonzalo, fundada en 1942 en honor de Gonzalo Queipo de Llano. Procesiona de luto blanco.
domingo, julio 29, 2012
Tendría que sentarme y pensar en ello,
organizar una especie de discurso y obligarme a cierto cartesianismo.
Es un tema muy cercano para mí, muy irritante, la primera reacción
de tertulia de bar no sirve, es necesario sintaxis y elaboración
para decir algo que sirva.
Hablo de esto, claro.
La presión de los ultras va
consiguiendo sus objetivos. Los que gobiernan saben que éste es el
mejor momento para dejar el asunto colgando en el aire, cuando los
agobios comunes se dirigen a otro lugar: Detrás de ellos está el
aliento de millones de neos, para quienes el aborto es una batalla a
muerte, y estarían dispuestos a dar la vida y el voto a quien lo
prohibiera para siempre. En paralelo, se desarman las ayudas a la
dependencia y se favorece la proliferación de nuevos dependientes a
los que sólo atenderán la caridad y el amor cristiano. Es una
llamada al sufrimiento, al dolor. Es el deseo de entorpecer, atrofiar
la vida, en coherencia con el desprecio a la vida que ellos sienten.
La vida natural es un estorbo, los cuerpos para ellos siempre son
obstáculos, deformidades, no hay diferencia entre nacer sano o
condenado a la silla porque la vida biológica es una condena que
sólo conduce a la vida espiritual, eterna, benigna. Es el camino,
muchachos, y debéis desear que durante el camino haya tanto
sufrimiento como sea posible. El sufrimiento es proporcional a la
recompensa. Bienaventurados los que sufren. Asco de vida de aquí,
grande la vida de allá. Angelitos son los nacen con la espina dorsal
machacada y se van al cielo sin padecer el pecado, sin ver con ojos verdaderos a Christina Hendricks.
Debería hacer eso: buscar fuentes,
estudiar este asunto que tanto me desquicia, organizar un discurso.
Pero tengo la rodilla rota, duele
tanto, no hay nada de Paul Newman ni James Stewart en ello, duele y
punto, y a mí el sufrimiento no me sirve de nada, no acumulo bonus
ni puntos para ningún canje.
Sólo quiero que acabe esta
convalecencia, y leer y escribir novelas y que rueden pronto la sexta
de Mad Men, la única secta en la creo.
lunes, julio 23, 2012
Va, una RESEÑA para quien piensa que soy un retro que no sabe nada de lo que ocurre:
“Atento siempre a las novedades editoriales, y en especial a los miembros de mi generación, hoy termino la lectura de Dos días de septiembre, primera novela de un debutante del sur llamado C. Bonald.
Siendo consecuente con la pauta habitual de la literatura contemporánea, el joven Bonald demuestra un cierto desprecio por la trama en favor del retrato de costumbres, la excelencia léxica y, en ocasiones, el lirismo. Se percibe, además, un intento flaco por defender una tesis social que viene a decir lo mismo que todas las tesis de las novelas sociales de siempre: aquello de la lucha de clases y Baroja y blablá.
La novela, con un cronotopo que nos lleva a la campiña de Jerez de la Frontera durante los años sesenta (vendimia, tensión entre señoritos juerguistas y jornaleros sufridos), se fortalece en las descripciones de ambientes y sobre todo en el trabajo que el autor desarrolla sobre el idioma. Pero C. Bonald cae en la misma tacha que la mayoría de escritores primerizos: desde la primera página se percibe su deseo de demostrar cuán grande, cuán talentoso y leído es él mismo, olvidando que el lector, ese par de manos que sujeta el libro, sigue ahí.
Habrá que seguirle la pista a este C. Bonald que demuestra poseer la destreza lingüística que se exige en el oficio, y también la habilidad para recrear un espacio social y mítico que, si logra explotarlo y vivificarlo, podría ser el marco perfecto para otras novelas más ambiciosas.”
Ya. Lista para publicarse en Camp de l´Arpa. Qué pereza da la literatura contemporánea.
“Atento siempre a las novedades editoriales, y en especial a los miembros de mi generación, hoy termino la lectura de Dos días de septiembre, primera novela de un debutante del sur llamado C. Bonald.
Siendo consecuente con la pauta habitual de la literatura contemporánea, el joven Bonald demuestra un cierto desprecio por la trama en favor del retrato de costumbres, la excelencia léxica y, en ocasiones, el lirismo. Se percibe, además, un intento flaco por defender una tesis social que viene a decir lo mismo que todas las tesis de las novelas sociales de siempre: aquello de la lucha de clases y Baroja y blablá.
La novela, con un cronotopo que nos lleva a la campiña de Jerez de la Frontera durante los años sesenta (vendimia, tensión entre señoritos juerguistas y jornaleros sufridos), se fortalece en las descripciones de ambientes y sobre todo en el trabajo que el autor desarrolla sobre el idioma. Pero C. Bonald cae en la misma tacha que la mayoría de escritores primerizos: desde la primera página se percibe su deseo de demostrar cuán grande, cuán talentoso y leído es él mismo, olvidando que el lector, ese par de manos que sujeta el libro, sigue ahí.
Habrá que seguirle la pista a este C. Bonald que demuestra poseer la destreza lingüística que se exige en el oficio, y también la habilidad para recrear un espacio social y mítico que, si logra explotarlo y vivificarlo, podría ser el marco perfecto para otras novelas más ambiciosas.”
Ya. Lista para publicarse en Camp de l´Arpa. Qué pereza da la literatura contemporánea.
miércoles, julio 18, 2012
La errata es un mal inevitable y
pequeñito como una gripe de otoño. No hace mucho daño, no dice
nada malo de ti, pero entorpece y afea. La errata es un castigo; por
más que leas mil veces el mismo párrafo, si la errata quiere
aparecerá. Tú escribes “corrió detrás ellos” leyendo la
preposición que falta, corriges las pruebas y tu cabeza completa el
hueco, no percibe la ausencia. Llega el corrector y te dice eh, falta
la prep. y con un poco de suerte eso pasa antes del texto definitivo,
una semana antes de la impresión, has estado a punto.
Pero otras veces el corrector también
lee en modo automático deseando terminar con esa novela
grandilocuente, entregar de una vez el archivo, cobrar la corrección
y olvidarse de ti, y entonces la prep. se queda guardada en la caja
de todas las preps., y ya no hay remedio, la errata aparece en la
página 72 de tu flamante novela: “corrió detrás ellos”.
No sufras: puede que el lector también
lea en modo automático, y si no es así puede que ni siquiera te
atribuya la culpa, sino que piense con ingenuidad que es cosa de la
imprenta o del ordenador o quién sabe. La errata te exonera del
error, porque enseguida se ve que no es cojera sino tropiezo.
El error, sin embargo, te humilla:
queda escrito para siempre, es el argumento definitivo que utilizarán
todos aquellos que no te quieren bien. El error no es una prep.
ausente sino un mal uso continuado de todas las preps., como Baroja.
Baroja desparramaba las preps. sin
importarle donde cayera cada una; y no era un uso estilístico: era
un mal uso que a Baroja le importaba un cuerno porque tenía cosas
ligeramente más importantes en las que pensar, como por ejemplo la
lucha de clases.
El error es decir “una moto de 49
cc.” cuando son de 45, o decir “las praderas de Posidonia del
Cabo de San Vicente” cuando el libro de ciencias de 3º dice que
sólo crecen en el Mediterráneo.
Sufro por esos errores, no importa que
las nuevas ediciones los corrijan porque siempre estarán ahí, en la
princeps, cuando los siglos pasen y tú evidentemente yagas en un
epígrafe de los libros
de texto, que dirán “grandísimo
escritor con poquísimos lectores”. Eso dirán, seguro.
Errata no sé si intencionada y
entonces tan poética en La mano invisible, de Isaac Rosa:
“todos comnten errores con más frecuencia.”
Error continuado, el manual dice que el
verbo advertir rige preposición cuando significa alertar, me
escandalizo con los usos queístas de El Lector de Julio Verne,
de Almudena Grandes.
Y rápidamente organizo mi discurso
destructor: qué vergüenza, qué infamia, qué error de bachiller
que no supo ver la autora (¡dos veces en cuarenta páginas!) ni los
amigos de la autora cuando leyeron el original ni el editor ni los
correctores ni nadie, nadie, ni siquiera el Poeta. El primer lector
es siempre la persona que duerme contigo.
Pienso en otros queísmos célebres,
pienso en “antes que (sic) te derribe, olmo, / el hacha del
leñador”, pienso en Reinaldo Arenas. Qué desconsuelo.
Pero entonces.
¡Entonces soy yo, es mi culpa, son mis
ojos! Qué soberbia, ¿cómo pudiste pensar que una escritora de
cientos de miles de ejemplares cometiera un error así? Ella verificó
el uso, entró en el debate, escribió todas esas páginas para que
sirvieran de modelo concluyente: no es un queísmo, es tu propia
estupidez, lector de El lector de Julio Verne.
Me siento tan abatido. Con las reglas
gramaticales arbitrarias pasa lo mismo que con las provisiones de los
bancos: que no sirven de nada y generan desconfianza aunque pretendan
lo contrario.
domingo, julio 01, 2012
Mientras todo eso ocurre, la playa está vacía.
A veces se escuchan gritos, como si algo sucediera en alguna parte.
Pero no hay más que la arena arrasada de plásticos, pañales y mondaduras después del domingo, y un mar de poniente sin nadie que dice adónde fue todo el mundo, por qué esta tregua, este engaño.
A veces se escuchan gritos, como si algo sucediera en alguna parte.
Pero no hay más que la arena arrasada de plásticos, pañales y mondaduras después del domingo, y un mar de poniente sin nadie que dice adónde fue todo el mundo, por qué esta tregua, este engaño.
viernes, junio 29, 2012
Leo La broma infinita y no sonrío ni una sola vez, qué vinagre. Mi ansiedad dice no a los libros que no puedo transportar en la bolsa de la playa, los que no caben en la guantera del coche, 350 páginas es mi límite, 250 es el número perfecto, 250 pp. son los 90 minutos del cine, como todas las películas de W. Allen. Acción de gracias, Libertad, Submundo: sólo admito el pleonasmo en las canciones de Pink Floyd. Soy así se fundamentalista: cualquier otra cosa es dilatación.
jueves, junio 14, 2012
Christine
Lagarde (Tormenta de X-Men envejecida) lo asegura: “Hay
menos de tres meses para salvar el euro”. Es el
FMI, imbéciles, es la Torah, la verdad revelada. Si el último director
del FMI era Dionisos, la nueva directora es Atenea.
Nos hablan desde el
Olimpo de los suelos de moqueta, el tartar de atún y el Sauternes
de tres mil euros. ¿Has follado alguna vez sobre el pelo crespo de
una moqueta de hotel recién aspirada, suave como el terciopelo, como
el green de un campo de golf? ¿Entonces qué dices de yo pienso que?
George Soros (Magneto de X-Men
neoyorquino) dijo lo mismo dos semanas antes que Lagarde, porque
Soros es Zeus, y la Tierra y los Titanes están a su servicio. ¿Has hundido el Banco de Inglaterra con una sola operación bursátil?
¿Has promovido una campaña en favor de la legalización de la
marihuana y pregonado simultáneamente las virtudes de Karl
Popper como gurú de la Nueva Democracia? Soros sí lo ha hecho, y
por eso sus opiniones y poluciones nocturnas son aún más
importantes que las braguitas de encaje de Lagarde.
Soros, qué tipo, personaje de novela,
secundario de Grandes Esperanzas o El gran Gatsby.
Hablante nativo de esperanto, en 1947
huyó de la tenaza soviética con una licencia de estudios, cambió
su apellido (Schwartz) para burlar a la KGB y sonar un tanto menos
judío (y un tanto más Star Wars), estudió con Popper, emigró al
continente Down Jones para aplicar sus teorías, inauguró fondos de
inversión de altísimo riesgo y brutales beneficios, creó
fundaciones filantrópicas, colaboró con la revolución suave de
Polonia y Checoslovaquia, financió la reconstrucción de Hungría,
promovió los levantamientos de Georgia contra Putin, su nombre
aparece en todas las listas de conspiranoicos y, por supuesto, en el
registro de entrada del club Bildeberg.
Soros es la justificación cínica del
capitalismo invasivo, ¿veis todo lo que hago?, pues es culpa vuestra
por dejarme hacerlo.
Soros padece insomnio e hiperactividad,
y ahora dice que se nos acaba
el juguete-euro. Engrosó su fortuna con la especulación salvaje y
ahora clama en el Congreso USA por la regulación de los mercados y
la destrucción definitiva de la doctrina Greenspan. Dice que Europa
entendió al revés la lección de Lehman Brothers y que debemos
seguir el camino de los Estados Unidos, esto es, el primer país del
Nuevo Comunismo global.
Tres meses quedan, dice, o kaput.
Hace un par de días recibí las
pruebas de la próxima novela, ya maquetada y peinada a la raya. El
horror de la ultracorrección me persigue, mi inseguridad sólo es
comparable al tamaño del ego de Vargas Llosa, Pérez-Reverte, Javier
Marías, los tres juntos.
Si me dejaran comenzaría a eliminar páginas hasta quedarme con un haiku.
Dentro de tres meses, más o menos, saldrá. Debo recordarles a los de la editorial que debajo del ISBN, donde pone PVP, dejen un espacio en blanco, no vaya a ser que haya que tachar € y poner pesetas o maravedíes o sestercios o ½ gallina.
Si me dejaran comenzaría a eliminar páginas hasta quedarme con un haiku.
Dentro de tres meses, más o menos, saldrá. Debo recordarles a los de la editorial que debajo del ISBN, donde pone PVP, dejen un espacio en blanco, no vaya a ser que haya que tachar € y poner pesetas o maravedíes o sestercios o ½ gallina.
miércoles, junio 13, 2012
Tenían razón Hobbes, Schopenhauer, Baroja, Kurt Cobain: la vida es un asco, la vida es absurda y cruel con las personas más tiernas e inofensivas, mi doctrina es el pesimismo existencial. Cuando todo está en orden y los asuntos alineados, llega el infortunio y manda el equilibrio al cuerno. Es decir: primer minuto robo un balón, salgo flecha al contraataque, la pierna piensa más despacio que yo, que ya estoy en los libres cuando la rodilla sigue -crack- en el triple, rodilla tronchada como una margarita, como un dibujo cubista, fin del partido amateur y de mi estabilidad.
Qué importan cinco millones de parados ni operaciones de rescate ni el hambre en el Sahel si yo no puedo moverme de aquí, cómo puede el universo no compadecerse de mi inmenso dolor, cómo no se habla de mi rodilla en cada cable de CNN, en cada susurro de confesionario, cómo no ha entendido el mundo que todo debe girar a mi alrededor y que Copérnico era un imbécil.
También escribiré una novela sobre esto: no habrá personajes que no sean YO, no habrá trama que no sea YO, el estilo se pondrá a mi servicio y los lectores deglutirán la papilla a la fuerza. Al resultado lo llamaré AUTOFICCIÓN, el resto de géneros desaparecerá y cada escritor principiante será un sosias, tan confundidos hablando de sí mismos cuando en realidad sólo deberían hablar de mí y no de ellos, la pequeña me mira con sus ojos redondos sin comprender por qué tengo una bolsa de verdura congelada sobre la pierna.
Qué importan cinco millones de parados ni operaciones de rescate ni el hambre en el Sahel si yo no puedo moverme de aquí, cómo puede el universo no compadecerse de mi inmenso dolor, cómo no se habla de mi rodilla en cada cable de CNN, en cada susurro de confesionario, cómo no ha entendido el mundo que todo debe girar a mi alrededor y que Copérnico era un imbécil.
También escribiré una novela sobre esto: no habrá personajes que no sean YO, no habrá trama que no sea YO, el estilo se pondrá a mi servicio y los lectores deglutirán la papilla a la fuerza. Al resultado lo llamaré AUTOFICCIÓN, el resto de géneros desaparecerá y cada escritor principiante será un sosias, tan confundidos hablando de sí mismos cuando en realidad sólo deberían hablar de mí y no de ellos, la pequeña me mira con sus ojos redondos sin comprender por qué tengo una bolsa de verdura congelada sobre la pierna.
lunes, junio 11, 2012
viernes, junio 08, 2012
Participo en la asamblea escolar,
levanto el dedo, hablo, digo tonterías inflamables, me miran
diciendo no es eso, no se trata de eso. Cuando yo digo Molotov ellos
dicen consenso, no hay que molestar demasiado, busquemos una
estrategia unificada que puede ser aceptada por todos los sectores,
el viejo discurso sindical se abre paso con su imperio de pegatinas,
es una asamblea pero sólo hablan tres personas, y dos de ellas
procuran que nada se exalte ni erice y que nadie sienta estos deseos,
estas ganas de marcharse y renunciar, también, a una batalla tan
pequeñita y perdida de antemano.
Es igual que el 15M: de tan buenos
fuimos bobos; de tan tiernos, pastelitos. Hay que protestar, sí,
pero con aplausos de sordos para que el peatón no se enfade, con
gritos silenciosos glorificando el oxímoron hasta que alcance la
categoría de metáfora.
Y qué hago con este malestar, esta soledad inmensa del
escaparate intacto y la piedra en la mano.
miércoles, junio 06, 2012
Veo y oigo y resisto tan estoico un pedrisco de estupideces a diario.
Ejemplo: entrevista a Vargas Llosa del lunes pasado.
Como un pez escuché las bobadas provenientes de la GRAN CULTURA, la deificación del escritor de porcelana, el colegueo vergonzante con otras figuras de la intelectualidad como Gallardón, Ana Botella, Sánchez Dragó, Carlos Herrera, y más, sus aceradas opiniones-cliché acerca del nacionalismo, los toros, cómo es eso de vivir para escribir y tal, ¿te planchas tú mismo los pantalones?, ¿a qué hora te levantas para escribir?, oh, yo tengo una mujer tan buena que se encarga de todo y me da tanto tiempo como quiero para leer y redactar (a mano, por supuesto) mis cositas, yo soy un escritor de verdad, uno verdadero de los buenos y Nobel y lejos del mundo, mi vida ha sido tan entretenida, ¿sabes?, cuando vivía en Londres, ¿sabes, cuando vivía en Nueva York, ¿el problema de estos tiempos?, la intolerancia, sin duda, ¿mis lecturas?, oh, últimamente he descubierto el placer de releer a los clásicos.
Así es la cultura difundida, así es
Muerte a la literatura como oficio/profesión. Muerte inmediata.
Escritores currantes, por favor.
Escritores no intelectuales.
Escritores que trabajen en Supersol, en una mercería, en una agencia de seguros, limpiando los rodapiés de Bankia. Escritores que no trabajen porque no puedan.Escritores que estén en este mundo. Este mundo sin lofts, sin embajadas, sin juancarlismo, sin doble nacionalidad, sin tarjeta de puntos de Iberia/OneWorld.
La ciudad y los perros, qué libro tan formidable. Recuerdo el impacto de su lectura, el resplandor y la mugre de esa ciudad. Pero a veces a los perros, cuando ya están malitos y hacen tonterías porque son mayores, hay que sacrificarlos con una inyección indolora, por caridad y por compasión con los vecinos, que sufren sus ladridos suavones dirigidos hacia ninguna luna, ninguna parte.
Ejemplo: entrevista a Vargas Llosa del lunes pasado.
Como un pez escuché las bobadas provenientes de la GRAN CULTURA, la deificación del escritor de porcelana, el colegueo vergonzante con otras figuras de la intelectualidad como Gallardón, Ana Botella, Sánchez Dragó, Carlos Herrera, y más, sus aceradas opiniones-cliché acerca del nacionalismo, los toros, cómo es eso de vivir para escribir y tal, ¿te planchas tú mismo los pantalones?, ¿a qué hora te levantas para escribir?, oh, yo tengo una mujer tan buena que se encarga de todo y me da tanto tiempo como quiero para leer y redactar (a mano, por supuesto) mis cositas, yo soy un escritor de verdad, uno verdadero de los buenos y Nobel y lejos del mundo, mi vida ha sido tan entretenida, ¿sabes?, cuando vivía en Londres, ¿sabes, cuando vivía en Nueva York, ¿el problema de estos tiempos?, la intolerancia, sin duda, ¿mis lecturas?, oh, últimamente he descubierto el placer de releer a los clásicos.
Así es la cultura difundida, así es
Muerte a la literatura como oficio/profesión. Muerte inmediata.
Escritores currantes, por favor.
Escritores no intelectuales.
Escritores que trabajen en Supersol, en una mercería, en una agencia de seguros, limpiando los rodapiés de Bankia. Escritores que no trabajen porque no puedan.Escritores que estén en este mundo. Este mundo sin lofts, sin embajadas, sin juancarlismo, sin doble nacionalidad, sin tarjeta de puntos de Iberia/OneWorld.
La ciudad y los perros, qué libro tan formidable. Recuerdo el impacto de su lectura, el resplandor y la mugre de esa ciudad. Pero a veces a los perros, cuando ya están malitos y hacen tonterías porque son mayores, hay que sacrificarlos con una inyección indolora, por caridad y por compasión con los vecinos, que sufren sus ladridos suavones dirigidos hacia ninguna luna, ninguna parte.
lunes, junio 04, 2012
Con ojos redondos vemos el documental, sentaditos en el sofá comiendo pan y queso, la fruta aguarda muy quieta en el bol. Nos escandalizamos, sonreímos con indignación, observamos nuestra comida aterrorizados, escrutamos las etiquetas, buscamos el país de origen, ni siquiera puedes confiar en la vieja Europa, como en una película de terror miramos para otro lado cuando la cuchilla del matarife abre la garganta de la víctima, nos compadecemos de los cerditos que sólo acceden a las mamas de su madre a través de una reja.
Todo es tan Dachau, todo tan Orwell.
Y entonces sellamos nuestro compromiso: mañana (mañana mismo, ¿eh?) nos registraremos en esa cooperativa ecologista (¿La Borraja?, ¿La Baraja?), qué más da el dinero y el esfuerzo de conducir hasta el pequeño local, aparcar en doble fila, ser simpático, saludar con redondos buenos días, llevar una cesta de mimbre y tu propio cartón de huevos, preguntar si quedan tomates de los de Germán, si Aurora sigue trayendo espinacas o ya sólo acelgas llenas de caracoles e incluso hormigas, ¡hormigas que tomarán al asalto tu frigorífico!, pequeñas cesiones, pequeñas incursiones de la Naturaleza, la hoja verde conserva el plomo y el nitrato de los fertilizantes industriales, la hoja verde y el atún son veneno, ¿hay que apuntarse en una lista para la ternera?, cerdo jamás, pollo muy poco, pero esas retintas que pastan en Roche, tan cerquita de las urbanizaciones distinguidas y del rompiente (¿cuánto hace?) de c/ Francia, esas vacas sabrosas y longevas sin antibióticos, esas sí, esas ñam ñam, ¿hay que apuntarse, hay que reservar un filete como si fuera una entrada para el teatro?, apunta Martí/Gutiérrez, tres filetes.
O tal vez sea el momento de hacerse vegano nivel 3, es tan cruel, tan antropoformo y cruel, haz clic y busca “tortura animal”, en lo que te queda de vida no tendrás tiempo para ver todos los vídeos, tan abundantes como el porno, tan crudos, tan carne, vacas colgadas de un gancho dando coces, cerdos espasmódicos, gallinas mutiladas revueltas en su propia mierda, ¿cómo alimentarte de eso, cómo seguir sin más con el curso cotidiano de la cosas después de ver un frame donde el cerdo, esos ojillos humanos, te suplica no más, por favor; es necesario que se desangren vivos, todos lo saben, el corazón late y catapulta la sangre, limpia el músculo, mi alimento.
El documental nos hace mucho a los dos, a la Martí y al Gutiérrez, mucho daño. Miramos a la pequeña y decimos ¿qué come mañana en la guardería?, la tabla excel que cuelga de la pizarra magnética dice, escalofriante, “Lunes: sopa de fideos, lasaña de panga, yogur.”
Es horrible, horrible.
Previsión: la próxima novela irá sobre esto.
-¿Cómo?
-Sobre toda esta mierda de la industria alimentaria y el desconsuelo de la pequeña huerta de tomates ecológicos y...
-¿Es tu manera de afrontar algo así? ¿Escribir una novela? ¿Una novela?
-Supongo que sí.
-Oh, no tortures a los lectores, por favor. Ten compasión. Ya puedo imaginar el argumento, espera: un tipo de ¿treinta años? ultraprotector de su bebé y un pelín cínico y bastante inseguro que, aterrado por ciertas noticias, decide crear para su familia una burbuja estéril de productos químicos y... al final una especie de alergia brutal acabará con todos. Tremenda trama, ¿eh? Pura acción, ¿eh?
-Una novela no tiene por qué ser entretenida, una novela no...
-Hay pocos lectores, no acabes con los que quedan. Industria alimentaria, vaya idea. ¿Y qué otros temas se te han ocurrido para tus novelitas, para la inminente, por ejemplo? ¿Economía, crisis financiera?
-Eh...
-No, ¿en serio?
-Yo creo que es un asunto...
-¿De verdad vas a publicar una novela sobre eso?
-Una novela es un intento de ordenar el caos y...
-¿Ordenar el caos? ¿A quién le robaste esa bobada? ¿A Cortázar en A fondo? ¡Una novela sobre economía! Qué estupidez. ¿Sabes cuánto, cuantísimo van a zurrarte por entrometido y por imbécil y por meapilas y por oportunista y por...? ¿Lo sabes? ¿Y cómo vas a titular es engendro impublicable? Sorpréndeme con tu ingenio. ¿Una novela sobre economía que se titule Economía? ¿Una novela sobre la crisis que se titule Crisis?
-No. Es peor.
Todo es tan Dachau, todo tan Orwell.
Y entonces sellamos nuestro compromiso: mañana (mañana mismo, ¿eh?) nos registraremos en esa cooperativa ecologista (¿La Borraja?, ¿La Baraja?), qué más da el dinero y el esfuerzo de conducir hasta el pequeño local, aparcar en doble fila, ser simpático, saludar con redondos buenos días, llevar una cesta de mimbre y tu propio cartón de huevos, preguntar si quedan tomates de los de Germán, si Aurora sigue trayendo espinacas o ya sólo acelgas llenas de caracoles e incluso hormigas, ¡hormigas que tomarán al asalto tu frigorífico!, pequeñas cesiones, pequeñas incursiones de la Naturaleza, la hoja verde conserva el plomo y el nitrato de los fertilizantes industriales, la hoja verde y el atún son veneno, ¿hay que apuntarse en una lista para la ternera?, cerdo jamás, pollo muy poco, pero esas retintas que pastan en Roche, tan cerquita de las urbanizaciones distinguidas y del rompiente (¿cuánto hace?) de c/ Francia, esas vacas sabrosas y longevas sin antibióticos, esas sí, esas ñam ñam, ¿hay que apuntarse, hay que reservar un filete como si fuera una entrada para el teatro?, apunta Martí/Gutiérrez, tres filetes.
O tal vez sea el momento de hacerse vegano nivel 3, es tan cruel, tan antropoformo y cruel, haz clic y busca “tortura animal”, en lo que te queda de vida no tendrás tiempo para ver todos los vídeos, tan abundantes como el porno, tan crudos, tan carne, vacas colgadas de un gancho dando coces, cerdos espasmódicos, gallinas mutiladas revueltas en su propia mierda, ¿cómo alimentarte de eso, cómo seguir sin más con el curso cotidiano de la cosas después de ver un frame donde el cerdo, esos ojillos humanos, te suplica no más, por favor; es necesario que se desangren vivos, todos lo saben, el corazón late y catapulta la sangre, limpia el músculo, mi alimento.
El documental nos hace mucho a los dos, a la Martí y al Gutiérrez, mucho daño. Miramos a la pequeña y decimos ¿qué come mañana en la guardería?, la tabla excel que cuelga de la pizarra magnética dice, escalofriante, “Lunes: sopa de fideos, lasaña de panga, yogur.”
Es horrible, horrible.
Previsión: la próxima novela irá sobre esto.
-¿Cómo?
-Sobre toda esta mierda de la industria alimentaria y el desconsuelo de la pequeña huerta de tomates ecológicos y...
-¿Es tu manera de afrontar algo así? ¿Escribir una novela? ¿Una novela?
-Supongo que sí.
-Oh, no tortures a los lectores, por favor. Ten compasión. Ya puedo imaginar el argumento, espera: un tipo de ¿treinta años? ultraprotector de su bebé y un pelín cínico y bastante inseguro que, aterrado por ciertas noticias, decide crear para su familia una burbuja estéril de productos químicos y... al final una especie de alergia brutal acabará con todos. Tremenda trama, ¿eh? Pura acción, ¿eh?
-Una novela no tiene por qué ser entretenida, una novela no...
-Hay pocos lectores, no acabes con los que quedan. Industria alimentaria, vaya idea. ¿Y qué otros temas se te han ocurrido para tus novelitas, para la inminente, por ejemplo? ¿Economía, crisis financiera?
-Eh...
-No, ¿en serio?
-Yo creo que es un asunto...
-¿De verdad vas a publicar una novela sobre eso?
-Una novela es un intento de ordenar el caos y...
-¿Ordenar el caos? ¿A quién le robaste esa bobada? ¿A Cortázar en A fondo? ¡Una novela sobre economía! Qué estupidez. ¿Sabes cuánto, cuantísimo van a zurrarte por entrometido y por imbécil y por meapilas y por oportunista y por...? ¿Lo sabes? ¿Y cómo vas a titular es engendro impublicable? Sorpréndeme con tu ingenio. ¿Una novela sobre economía que se titule Economía? ¿Una novela sobre la crisis que se titule Crisis?
-No. Es peor.
jueves, mayo 31, 2012
Hoy ha descubierto que las letras no son un dibujo, ha señalado la o con el dedo y ha puesto cara de donut. El artilugío se insertó como un software en modo de pruebas, todo será tan difícil ahora, a de avión, b de barco; pronto, el personaje, la trama, la estructura, el cliché, el pacto narrativo y toda esa mierda que impedirán que durante el resto de su vida vuelva a ver las letras como esas tonterías que hay debajo de las pegatinas de sus cuentos.
martes, mayo 29, 2012
Hoy, el hallazgo casual y repetido en el examen de un bachiller que responde a la pregunta absurda "Panorama de la narrativa española desde 1970 hasta la actualidad":
"... destacan Javier Marías y Vila-Espeso", con un fricasé de Villaespesa y Vila-Matas que me hizo regocijarme de lo buen profesor que soy, en un día de noticias tan raras que dan ganas de marcharse al exilio para siempre, pero adónde, asco de país de los 23.000 millones o cuántos más para Bankia en lugar de para mis bachilleres sansones y creativos.
"... destacan Javier Marías y Vila-Espeso", con un fricasé de Villaespesa y Vila-Matas que me hizo regocijarme de lo buen profesor que soy, en un día de noticias tan raras que dan ganas de marcharse al exilio para siempre, pero adónde, asco de país de los 23.000 millones o cuántos más para Bankia en lugar de para mis bachilleres sansones y creativos.
miércoles, mayo 16, 2012
Las propuestas del 15M producen tanta ternura que dan ganas de llorar.
La causa del llanto aún no la tengo identificada.
Puede ser cosa de ese pacifismo tan años ochenta.
De las buenas intenciones.
De los buenos modales.
O de lo lejos, lejísimos que el 15M se encuentra de ninguna posibilidad de cambiar ninguna cosa.
Bajtin: el carnaval es la válvula que consolida la opresión del sistema porque el sistema se concede a sí mismo una pequeña vulneración controlada y parcelada. Es Bajtin, es semiótica.
Llegó el 15M-2011 cuando estábamos tan mal.
En un año: aumento salvaje del paro, desahucios, política ultra y teledirigida, incertidumbre.
Ahora 15M-2012: todo debería ser furia y farola rota, folklore de astillero al menos; en cambio: dulzura, candor, petición de Democracia 4.0.
Y también: análisis sobre, importancia enorme de, memoria colectiva para, redes sociales a través de, tantísima relevancia del mundo imbécil de twitter.
No lo soporto, qué desasosiego.
Me sobra el país, me sobra la gente, quiero una carretera sin peajes para escapar del sistema condescendiente y de la rebeldía comprimida en una blíster, de mi renta disminuida y mi tercera bajada de sueldo, de la pluralidad y del respeto hacia los valores democráticos, de un movimiento tan heterogéneo y participativo que insufla salud a esta democracia que tanto esfuerzo puaj, necesito una carretera que me lleve hasta aquel lugar que tú conoces, aquel valle de los crótalos y el vino en vaso, el carril de arena hasta la playa vacante, el lugar donde estoy yo y todo lo demás es un murmullo.
Pero no soy capaz.
La moral me puede.
Algo así como el servicio necesario.
Mi ONG conmigo.
Y por eso continúo.
La cacerola abollada y la cuchara.
De qué me disfrazo hoy, a ver.
(La entrada de abajo se activó sola y en vacío, sin querer, justo antes de que el reloj diera las doce; preferí no borrarla, ese vacío es el daño casual de la efemérides).
La causa del llanto aún no la tengo identificada.
Puede ser cosa de ese pacifismo tan años ochenta.
De las buenas intenciones.
De los buenos modales.
O de lo lejos, lejísimos que el 15M se encuentra de ninguna posibilidad de cambiar ninguna cosa.
Bajtin: el carnaval es la válvula que consolida la opresión del sistema porque el sistema se concede a sí mismo una pequeña vulneración controlada y parcelada. Es Bajtin, es semiótica.
Llegó el 15M-2011 cuando estábamos tan mal.
En un año: aumento salvaje del paro, desahucios, política ultra y teledirigida, incertidumbre.
Ahora 15M-2012: todo debería ser furia y farola rota, folklore de astillero al menos; en cambio: dulzura, candor, petición de Democracia 4.0.
Y también: análisis sobre, importancia enorme de, memoria colectiva para, redes sociales a través de, tantísima relevancia del mundo imbécil de twitter.
No lo soporto, qué desasosiego.
Me sobra el país, me sobra la gente, quiero una carretera sin peajes para escapar del sistema condescendiente y de la rebeldía comprimida en una blíster, de mi renta disminuida y mi tercera bajada de sueldo, de la pluralidad y del respeto hacia los valores democráticos, de un movimiento tan heterogéneo y participativo que insufla salud a esta democracia que tanto esfuerzo puaj, necesito una carretera que me lleve hasta aquel lugar que tú conoces, aquel valle de los crótalos y el vino en vaso, el carril de arena hasta la playa vacante, el lugar donde estoy yo y todo lo demás es un murmullo.
Pero no soy capaz.
La moral me puede.
Algo así como el servicio necesario.
Mi ONG conmigo.
Y por eso continúo.
La cacerola abollada y la cuchara.
De qué me disfrazo hoy, a ver.
(La entrada de abajo se activó sola y en vacío, sin querer, justo antes de que el reloj diera las doce; preferí no borrarla, ese vacío es el daño casual de la efemérides).
martes, mayo 15, 2012
sábado, mayo 05, 2012
miércoles, mayo 02, 2012
martes, mayo 01, 2012
Primero de mayo, regreso al siglo XX.
A principios de siglo, quiero decir. No son recortes, es un arrebato de nostalgia y costumbrismo.
A principios de siglo, quiero decir. No son recortes, es un arrebato de nostalgia y costumbrismo.
viernes, abril 27, 2012
Si esto fuera un diario sentimental, y nunca lo fue, ahora tocaría decir Querido diario, te pido disculpas, te tengo muy abandonado, últimamente han pasado tantas cosas que no tengo tiempo siquiera para escribir unas líneas y contarte cuánto ha cambiado todo, el país, ¿sabes?, al país no hay quien lo reconozca, parece el mismo pero ya no lo es, todos los días escucho la narración repetida de los meses, los años que hace alguien está en el paro, su desesperación, su inexistente ira, pero no quiero aburrirte con cosas que podrías leer en un periódico (miento, no podrías, ya los cierran) o que tú mismo podrías ver si pasearas por este barrio por la mañana, cuando hay tantas personas como en una película dando vueltas hacia ningún lado, descuida, ya dejo el plomo social.
Querido diario, desaparecí porque (¿lo imaginas?) andaba terminando una novela.
La palabra novela me parece cada vez más ridícula, novela es lo que emiten en televisión después de comer, aquí nadie se sienta a leer la novela sino a ver la novela, novela es una palabra tan romántica con toda su polisemia. La mía, ya lo habrás supuesto, no habla de amores arrebatados ni nueras infieles, sino de otras cosas. Tendrás que esperar un poco, querido diario, yo creo que quedó bien y ya está lista y con todos los botones en su sitio, pero aún faltan algunos meses para que puedas conocerla, ¿sabías que en las imprentas componen letra a letra y tilde a tilde cada frase?, no es pulsar print y ya, ah no, y yo he puesto muchísimas comas, que es lo más complicado, y poquísimos puntos, cualquier profesor de lengua me suspendería por eso y por mis mayúsculas.
Pero no importa, la novela está ahí, en una caja, y coincide con el verano prematuro y un tanto de poniente molesto pero casi veo el final del curso y las vacaciones y Portugal y la pequeña rabiosa haciendo rafting en las dunas.
Te escribía, además, por otra cosa un tanto vergonzante.
Abc, ¿te acuerdas? El Abc de siempre, el de la grapa. A ti te suena, como a mí, a la tercera, a Lázaro Carreter, a las tiras de Cándido, a itinerario de cofradías (y aprender a decir itinerario y no intinerario), a papá jugando a esa cosa imcomprensible llamada Portfolio, por supuesto a las necrológicas como sábanas justo al lado de los anuncios de prostitución, a Alfa y Omega, a portada de peste borbónica y, dioses, a CAMPMANY, Martín Ferrand, Antonio Burgos (la aceituna mecánica). ¿Te acuerdas de aquel artículo de A. Burgos que comparaba la adopción de niños por parte de parejas homosexuales con el infanticidio? Era hermoso, ¿eh?, guardé el recorte (se hacían recortes entonces) hasta que se puso amarillo y ya definitivamente daba asco.
Bien, pues ¿lo creerás?, los de Abc me han dicho que por qué no escribo alguna cosa para ellos, en una especie de blog compartido o algo así.
Y, ¿lo creerás?, he dicho que sí.
Ya sabes que es verdad eso que de que Abc tiene el mejor de los suplementos culturales y etcétera. Otro día, si quieres, hablamos sobre coherencia y esas cosas; sobre la mía, quiero decir. Mientras me lo pienso, déjame que ponga alguna allí, a ver qué sale. Tampoco voy a ir de incendiario, no creas, se trata de hablar de libros con ingenuidad. Pero todo son hombres en el blog, como un gimnasio antiguo, y siempre me asustó estar rodeado de hombres, no sirvo para clubes ni juntas vecinales. Va a oler de mal ahí dentro, a sudor y a vaqueros.
¿Qué te parece? Lo mismo nos reímos, ¿no?
Un beso,
P
Querido diario, desaparecí porque (¿lo imaginas?) andaba terminando una novela.
La palabra novela me parece cada vez más ridícula, novela es lo que emiten en televisión después de comer, aquí nadie se sienta a leer la novela sino a ver la novela, novela es una palabra tan romántica con toda su polisemia. La mía, ya lo habrás supuesto, no habla de amores arrebatados ni nueras infieles, sino de otras cosas. Tendrás que esperar un poco, querido diario, yo creo que quedó bien y ya está lista y con todos los botones en su sitio, pero aún faltan algunos meses para que puedas conocerla, ¿sabías que en las imprentas componen letra a letra y tilde a tilde cada frase?, no es pulsar print y ya, ah no, y yo he puesto muchísimas comas, que es lo más complicado, y poquísimos puntos, cualquier profesor de lengua me suspendería por eso y por mis mayúsculas.
Pero no importa, la novela está ahí, en una caja, y coincide con el verano prematuro y un tanto de poniente molesto pero casi veo el final del curso y las vacaciones y Portugal y la pequeña rabiosa haciendo rafting en las dunas.
Te escribía, además, por otra cosa un tanto vergonzante.
Abc, ¿te acuerdas? El Abc de siempre, el de la grapa. A ti te suena, como a mí, a la tercera, a Lázaro Carreter, a las tiras de Cándido, a itinerario de cofradías (y aprender a decir itinerario y no intinerario), a papá jugando a esa cosa imcomprensible llamada Portfolio, por supuesto a las necrológicas como sábanas justo al lado de los anuncios de prostitución, a Alfa y Omega, a portada de peste borbónica y, dioses, a CAMPMANY, Martín Ferrand, Antonio Burgos (la aceituna mecánica). ¿Te acuerdas de aquel artículo de A. Burgos que comparaba la adopción de niños por parte de parejas homosexuales con el infanticidio? Era hermoso, ¿eh?, guardé el recorte (se hacían recortes entonces) hasta que se puso amarillo y ya definitivamente daba asco.
Bien, pues ¿lo creerás?, los de Abc me han dicho que por qué no escribo alguna cosa para ellos, en una especie de blog compartido o algo así.
Y, ¿lo creerás?, he dicho que sí.
Ya sabes que es verdad eso que de que Abc tiene el mejor de los suplementos culturales y etcétera. Otro día, si quieres, hablamos sobre coherencia y esas cosas; sobre la mía, quiero decir. Mientras me lo pienso, déjame que ponga alguna allí, a ver qué sale. Tampoco voy a ir de incendiario, no creas, se trata de hablar de libros con ingenuidad. Pero todo son hombres en el blog, como un gimnasio antiguo, y siempre me asustó estar rodeado de hombres, no sirvo para clubes ni juntas vecinales. Va a oler de mal ahí dentro, a sudor y a vaqueros.
¿Qué te parece? Lo mismo nos reímos, ¿no?
Un beso,
P
lunes, abril 16, 2012
jueves, abril 12, 2012
No es el adjetivo, son las pelotas de goma. Sucede así:
La policía le dispara a un tipo y le revienta la cara; y el tipo es tan hijo de puta que va y decide morirse sólo para fastidiar. Como los que decidieron quedarse tuertos o revestidos de placas de titanio. La gente es tan desconsiderada, los vascos sobre todo, que a la primera que puede se pone en la trayectoria de las pelotas con toda la intención de morirse después.
Pero son de goma, como los patitos; no de plomo ni de plata contra el hombrelobo. Los policías quedarán absueltos. Más que nada por tradición constitucional: en este país todos los policías quedan absueltos siempre.
En el caso de Bilbao no había vindicación política ni nada distinto de una bronca, alguien que grita polis cabrones y los polis, en justa represalia a tan acerado ataque, responden con lo que tienen. Si tuvieran serpentinas, decorarían un árbol; si tuvieran un libro de Quevedo, arrojarían sonetos con saña.
El gobierno, que sabe bien cómo es la gente, acaba de comprar cien mil pelotas más. Eso, y lo de cambiar el código para que sentarse y no moverse se considere un atentado.
Está bien eliminar las ambigüedades, tener las cosas claras. Ahora ya sabemos que en la calle pueden pasar cosas terribles. La calle debe ser un lugar de tránsito entre tu casa y tu trabajo o tu oficina de empleo o el centro comercial. Cien mil pelotitas de goma rebotando por ahí: mira que si te da una, qué mala suerte.
La policía le dispara a un tipo y le revienta la cara; y el tipo es tan hijo de puta que va y decide morirse sólo para fastidiar. Como los que decidieron quedarse tuertos o revestidos de placas de titanio. La gente es tan desconsiderada, los vascos sobre todo, que a la primera que puede se pone en la trayectoria de las pelotas con toda la intención de morirse después.
Pero son de goma, como los patitos; no de plomo ni de plata contra el hombrelobo. Los policías quedarán absueltos. Más que nada por tradición constitucional: en este país todos los policías quedan absueltos siempre.
En el caso de Bilbao no había vindicación política ni nada distinto de una bronca, alguien que grita polis cabrones y los polis, en justa represalia a tan acerado ataque, responden con lo que tienen. Si tuvieran serpentinas, decorarían un árbol; si tuvieran un libro de Quevedo, arrojarían sonetos con saña.
El gobierno, que sabe bien cómo es la gente, acaba de comprar cien mil pelotas más. Eso, y lo de cambiar el código para que sentarse y no moverse se considere un atentado.
Está bien eliminar las ambigüedades, tener las cosas claras. Ahora ya sabemos que en la calle pueden pasar cosas terribles. La calle debe ser un lugar de tránsito entre tu casa y tu trabajo o tu oficina de empleo o el centro comercial. Cien mil pelotitas de goma rebotando por ahí: mira que si te da una, qué mala suerte.
miércoles, abril 11, 2012
Terror matemático:
-Cooperación internacional, -40%.
-Ciencia, -25%.
-Educación, -??%
-Defensa, -8%
-Casa Real, -2%.
-Iglesia, -0%.
Y en justa coherencia:
-Resistencia pasiva, atentado a la autoridad.
-Convocatorias por internet, asociación criminal.
No más. No decir nada más. No habrá réplica. No hay adjetivos. El adjetivo, en estos casos, mata. Y ya podría ser delito.
-Cooperación internacional, -40%.
-Ciencia, -25%.
-Educación, -??%
-Defensa, -8%
-Casa Real, -2%.
-Iglesia, -0%.
Y en justa coherencia:
-Resistencia pasiva, atentado a la autoridad.
-Convocatorias por internet, asociación criminal.
No más. No decir nada más. No habrá réplica. No hay adjetivos. El adjetivo, en estos casos, mata. Y ya podría ser delito.
lunes, abril 09, 2012
Cuando está contenta por cualquier motivo, pero sólo cuando está muy-muy contenta, camina de puntillas dando saltos como si los zapatos le quedaran pequeños. El motivo de ayer es que repentinamente es verano y océano azul y escapar de las olas en la orilla e incluso permitirme un instante de traje de goma y brincar (muy poco) como hace tiempo que no, olas tersas y huecas sobre la piedra, los muchachos se volcaban dentro con caras de bulldog, en el descampado a ellos les esperan las furgonetas y las cámaras zoom, a mí una niña que devora todos los bocadillos y las tartas de chocolate y las tortitas mexicanas y las energías y los minutos, ay, hasta que al fin duerme, rendida, durante doce horas, como una batería de litio que se recarga sólo para volver a empezar, como el verano prematuro, que ya empieza tan disponible para nosotros.
miércoles, marzo 28, 2012
Imagínate que digo que la huelga de mañana es un fraude.
Imagina que despliego abundantes argumentos para demostrar que su función es servir de válvula de escape, esto es, reforzar al propio sistema mediante la liberación de la furia excendente, pero siempre de una manera controlada y con servicios mínimos, apenas un día singular a mitad de una semana bastante improductiva, justo antes de las grandes vacaciones del consumo, huelga permitida y registrada en la Delegación de Gobierno, huelga sin molestar demasiado, huelga convocada por los mismos sindicatos que, arrogándose la representación de los trabajadores por concesión del Estado, colaboran en el mantenimiento de la situación, perfectos interlocutores indoloros, tan corporativos y tan evidentes que a sí mismos se denominan Agentes Sociales, agentes de la Agencia, vigilantes, huelga permitida-concedida-aprobada-tolerada-integrada.
Imagina que te digo que mi jefe está deseando que yo haga la huelga porque no trabajo en ninguna factoría ni dejaré de producir nada, y en cambio él se ahorrará mi sueldo prorrateado, mi jefe piensa que con un poco de suerte todos iremos a la huelga y quizá entonces los gestores consigan cuadrar el balance de este trimestre.
Ahora dime esquirol e insolidario, dime qué a gusto vives con tus rentas aseguradas, con tu trabajito que no peligra, dime por qué no piensas en los que están peor que tú y aun así mañana irán a la huelga con toda la ilusión reivindicativa y las ganas de sentirse parte de un grupo rebelde que se reafirma frente a un enemigo, una bronca común, un club de la lucha, dime que no se trata de parar la reforma porque eso es una batalla perdida sino de demostrar que estamos juntos y peleamos y somos un cuerpo resistente, un gesto de rebeldía y autoconciencia.
Como el 15M difunto.
Con las mismas consecuencias del 15M, la misma herencia que dejó el 15M, cero-cero.
No nos vamos a poner de acuerdo nunca tú y yo, me tienes tan harto con tu necesidad de cuestionarlo todo y de ir siempre a la contra. Es mucho más sencillo, haces la huelga o no la haces, estás a favor o en contra, protestas o trabajas. Haz lo que quieras pero, por favor, ¡por favor!, no me expliques cuánto sufres y dudas, a quién le importa eso.
Imagina que despliego abundantes argumentos para demostrar que su función es servir de válvula de escape, esto es, reforzar al propio sistema mediante la liberación de la furia excendente, pero siempre de una manera controlada y con servicios mínimos, apenas un día singular a mitad de una semana bastante improductiva, justo antes de las grandes vacaciones del consumo, huelga permitida y registrada en la Delegación de Gobierno, huelga sin molestar demasiado, huelga convocada por los mismos sindicatos que, arrogándose la representación de los trabajadores por concesión del Estado, colaboran en el mantenimiento de la situación, perfectos interlocutores indoloros, tan corporativos y tan evidentes que a sí mismos se denominan Agentes Sociales, agentes de la Agencia, vigilantes, huelga permitida-concedida-aprobada-tolerada-integrada.
Imagina que te digo que mi jefe está deseando que yo haga la huelga porque no trabajo en ninguna factoría ni dejaré de producir nada, y en cambio él se ahorrará mi sueldo prorrateado, mi jefe piensa que con un poco de suerte todos iremos a la huelga y quizá entonces los gestores consigan cuadrar el balance de este trimestre.
Ahora dime esquirol e insolidario, dime qué a gusto vives con tus rentas aseguradas, con tu trabajito que no peligra, dime por qué no piensas en los que están peor que tú y aun así mañana irán a la huelga con toda la ilusión reivindicativa y las ganas de sentirse parte de un grupo rebelde que se reafirma frente a un enemigo, una bronca común, un club de la lucha, dime que no se trata de parar la reforma porque eso es una batalla perdida sino de demostrar que estamos juntos y peleamos y somos un cuerpo resistente, un gesto de rebeldía y autoconciencia.
Como el 15M difunto.
Con las mismas consecuencias del 15M, la misma herencia que dejó el 15M, cero-cero.
No nos vamos a poner de acuerdo nunca tú y yo, me tienes tan harto con tu necesidad de cuestionarlo todo y de ir siempre a la contra. Es mucho más sencillo, haces la huelga o no la haces, estás a favor o en contra, protestas o trabajas. Haz lo que quieras pero, por favor, ¡por favor!, no me expliques cuánto sufres y dudas, a quién le importa eso.
domingo, marzo 18, 2012
Como siempre por esta fecha, desde hace años y por cosa del currículo y la organización del temario, leo a Machado y hablo de Machado y rebusco a Machado y en clase no me sale otra cosa que no sea Machado, tal vez sólo porque cae en selectividad y ése es mi oficio: fingir que me río cuando leo las coplas de Don Guido, resolver el retrato como quien resuelve un crucigrama, no fingir demasiado cuando me estremezco al leer la profecía de El Mañana Efímero. Buscando cómo contarlo de otro modo encuentro vídeo tan viejo y tan puro y tan limpio. El tag, Serrat Chile 1969, ya cuenta todo lo que falta por decir; Chile1969Machado hace tanto daño.
lunes, marzo 12, 2012
Aquellos pesimistas que vieron el cierre de Público como un retroceso del blablablá democrático fueron incapaces de ver que, en realidad, sólo se trataba de un proceso de reconversión industrial tendente a armonizar el carácter de la empresa con las verdaderas necesidades del lector.
Iniciativas empresariales tan audaces y creativas como ésta son las que sacarán a nuestro país de la crisis. Seguro.
Iniciativas empresariales tan audaces y creativas como ésta son las que sacarán a nuestro país de la crisis. Seguro.
jueves, febrero 23, 2012
"Es de noche. Se platica
al fondo de una botica:
—Yo no sé,
don José, cómo son los liberales
tan perros, tan inmorales.
—¡Oh, tranquilícese usted!
Pasados los carnavales
vendrán los conservadores,
buenos administradores
de su casa.
Todo llega y todo pasa.
Nada eterno:
ni gobierno que perdure,
ni mal que cien años dure.
—Tras estos tiempos, vendrán
otros tiempos y otros y otros,
y lo mismo que nosotros,
otros se jorobarán. A
sí es la vida, don Juan.
—Es verdad, así es la vida.
—La cebada está crecida.
—Con estas lluvias..."
Antonio Machado
al fondo de una botica:
—Yo no sé,
don José, cómo son los liberales
tan perros, tan inmorales.
—¡Oh, tranquilícese usted!
Pasados los carnavales
vendrán los conservadores,
buenos administradores
de su casa.
Todo llega y todo pasa.
Nada eterno:
ni gobierno que perdure,
ni mal que cien años dure.
—Tras estos tiempos, vendrán
otros tiempos y otros y otros,
y lo mismo que nosotros,
otros se jorobarán. A
sí es la vida, don Juan.
—Es verdad, así es la vida.
—La cebada está crecida.
—Con estas lluvias..."
Antonio Machado
lunes, febrero 20, 2012
guardias zurran niños en la puerta de un instituto
-no son niños, sino macarras muy crecidos
-hasta cuándo la infancia
-es una categoría demasiado amplia y burocrática
-menor de edad no es igual a niño
-follan, pelean, tiras piedras: no son niños
-los niños juegan a lego y a playmobil
-y no hay legos alborotadores ni terroristas urbanos
-pero sí hay legos policías
-playmobil policía
-geiperman policía
-comanci policía
-airganboy policía
-y además, en valencia, que está tan lejos
-y tan politizada
-sí, muy politizada
-todo muy politizado
-no es una muestra representativa
-un niño puede ser mil veces más agresivo
-mil veces necesitaría una tunda a lo largo del día
-los niños aprenden resistiendo
-los niños aprenden retando y recibiendo
-los niños se exhiben delante de las niñas
-las niñas absorben el viejo rol masc. sing., y repiten
-les hicieron un favor, los guardias
-les dieron la gloria ciber
-les dieron una historia que contar
-les dieron épica
-hazañas bélicas
-cuánto rédito obtendrán en su pequeñas vidas de esforzados libertarios
-cuando una bronca empieza, hay que acabarla
-los broncas no se diluyen ni se dispersan
-se extinguen
-no son guardias, son extintores
en la puerta de un instituto hay guardias que originan la epopeya de unos niños
canta oh musa, la cólera
-no son niños, sino macarras muy crecidos
-hasta cuándo la infancia
-es una categoría demasiado amplia y burocrática
-menor de edad no es igual a niño
-follan, pelean, tiras piedras: no son niños
-los niños juegan a lego y a playmobil
-y no hay legos alborotadores ni terroristas urbanos
-pero sí hay legos policías
-playmobil policía
-geiperman policía
-comanci policía
-airganboy policía
-y además, en valencia, que está tan lejos
-y tan politizada
-sí, muy politizada
-todo muy politizado
-no es una muestra representativa
-un niño puede ser mil veces más agresivo
-mil veces necesitaría una tunda a lo largo del día
-los niños aprenden resistiendo
-los niños aprenden retando y recibiendo
-los niños se exhiben delante de las niñas
-las niñas absorben el viejo rol masc. sing., y repiten
-les hicieron un favor, los guardias
-les dieron la gloria ciber
-les dieron una historia que contar
-les dieron épica
-hazañas bélicas
-cuánto rédito obtendrán en su pequeñas vidas de esforzados libertarios
-cuando una bronca empieza, hay que acabarla
-los broncas no se diluyen ni se dispersan
-se extinguen
-no son guardias, son extintores
en la puerta de un instituto hay guardias que originan la epopeya de unos niños
canta oh musa, la cólera
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