sábado, noviembre 25, 2006

No a la transmigración en otra especie

Hay temporal en toda la bahía. En la playa se te hiela la nariz. El mar está oscuro, embarrado como una alberca. Desde las cristaleras de la cafetería lo veo reventar contra los cubos de hormigón de la escollera. En el periódico, un anuncio de viajes Kuoni promete transmigraciones a Costa Rica en clase turista, con todo el alcohol que puedas beber a bordo y señoritas que se desnudan en los lavabos a cambio de una mueca. Tu habitación tendrá vistas a un rompiente azul y suave. Acepto. Embarco. Remonto.


Yo soy el flaco que está a punto de ahogarse, al final de la ola, por si no me reconocen.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fin de año 2006: desde nuestra habitación veremos el mar, también azul y suave, mientras termina la noche más horrorosa de todas.

Mayo 2007: desde la buhardilla oleremos el mar portugués, más azul aún, y nuestros blanquitos pies harán los primeros flip-flops del año.

Agosto 2007: mar azul imposible, olas, calor, mojitos, bronceado, aloe vera en el cuerpo, pao y manteiga e infinitos flip-flops hacia nuestra cala.

Como ves, el mar azul no te abandona, Pablito. Aunque quizás, esta vez, no haya señoritas en los lavabos, sino profe.